¿Desde cuándo existe la música? Edén Patricia Ruiz, Bogotá
Es difícil precisarlo, pues las leyendas se sobreponen a la historia. Es el caso de Occidente, cuya música tiene raíces en leyendas griegas, como la del dios Pan, quien, prendado y no correspondido, persigue a la ninfa Siringa, y esta, al huir, se convierte en caña, a la que luego Pan le desprende tallitos huecos con los que inventa la flauta. Desde antes de nacer, al percibir el ritmo de los latidos del corazón de su madre, el ser humano está en contacto con la música; luego, ya niño, descubre sonidos de la naturaleza y de los animales, y los de su cuerpo al golpetear manos o pies, origen de la percusión, que evolucionó cuando pasó a ser el golpeteo de dos piedras o dos palos. A partir de balbuceos humanos el sonido emprendió el camino hacia la música. Esos seres primigenios no hablaban, pero podían lanzar gritos de intimidación o de terror. Cuando estaban tranquilos, esos gritos se convirtieron en ‘cantos sin palabras’, que podían expresar felicidad y amor, lo que recuerda los cantos sin palabras con que una madre arrulla a su hijo. Con esos tarareos, primer paso hacia el canto, comenzó el hombre a hacer música, que luego transformó en arte gracias a la percusión; a que conchas, huesos y cañas podían ser instrumentos de viento, y a la invención de los de cuerda a partir de los cordeles de sus arcos.
La expresión ‘se pasó de piña’, significa exageración. ¿Por qué la piña? Jorge Atanasio, B/quilla
El fruto de un árbol conífero tiene aspecto de cono, formado por piñones, que, apretados, dieron vida al verbo apiñar, o sea, agrupar, apretados, a personas o cosas. La piña, que es una planta, es también un grupo de paisanos, amigos o no, como costeños o cachacos, con normas tácitas que no permiten exagerar ni salirse de ellas. El español hablado en Barranquilla registra que ‘pasarse de piña’ es “exagerar negativamente una acción, pasarse de la raya”. El estudiante que nunca atiende al profesor ‘se pasa de piña'. “El que es flojo es flojo, aunque se vea sudado” indica que alguien aparenta trabajar y no hace nada, es decir, ‘se pasa de piña’ con la flojera. “Recargaste de jabón la lavadora y el tapete se cubrió de espuma; te pasaste de piña”. “Godos y comunistas hicieron piña y bloquearon la reforma”. ‘Pasarse de piña’ puede ser también una situación molesta causada por alguien pesado o abusivo. La piña se llamaba ‘ananá’, voz guaraní, y su nuevo nombre provino de su parecido con los conos de los coníferos.