Los contertulios que tenemos no se cansan de pedir episodios históricos del boxeo de altura y este columnista les complace en la medida en que pueda hacerlo, porque si hay un deporte multimillonario en episodios y anécdotas, este es el pugilismo. El fútbol es una chancleta vieja, si algún iluso tratara de compararlo con el boxeo, deporte enriquecido por tantos episodios como guarda en sus pliegues. Y en su larguísima historia de combates y campeones mundiales, que bastante nutrido tiene el libro de sus aconteceres.

Cuando el boxeo tenía sus campeones mundiales a mano limpia y ya con miles de partidarios en la Rubia Albion, aquello tenía su esplendor en el siglo XVIII, aunque mucho más atrás también se peleaba sin organización y solo para ganar apuestas individuales. Pero bueno, dejemos a un lado y vayamos a un caso que dejo el mundillo de Fistiana patidifuso, “viendo un chispero, ala”, que así decían los caballeros bogotanos de tiempos ya remotos.

Nuestros amigos quieren saber, porque nadie se los ha dicho, por qué se fue del boxeo y de su título de campeón mundial de peso completo, sin que nadie le hiciera ni cosquillas, el grandioso Rocky Marciano. Un día, inesperadamente, el único púgil realmente invicto en su carrera, que tenía la división de los iguanodontes, le dijo al mundillo de las narices “como patacón pisao en cumbiamba” —para citar una expresión de cuando éramos muchachotes — que se iba del boxeo para no volver jamás.

¿Cómo? ¿Que te vas del boxeo? ¿Eso con qué pan se come? Nadie entendía eso. Un púgil que reinaba de verdad en la división y que había acabado con todos los púgiles negros de peso completo. Que se dice de un tirón, pero vaya alguien a ver si puede decir lo mismo en cualquier época. Y eso lo hizo Marciano, noqueando a Joe Louis, Ezzar Charles, Joe Walcott, Archie Moore, hombres temidos por muchos púgiles blancos, y además por una recua de contendores que sirvieron para que Marciano apilara 43 victorias por nocaut y 6 decisiones.

Que sumaban 49 combates en su vida. ¿Con ese número se puede ir alguien del boxeo? ¿No le provoca, pedazo de cretinoide, redondear su carrera, haciendo el número 50 para entonces irse?

Pues sí, Marciano se paró en seco en el match 49 y dijo que se iba y se fue. Miren que le ofrecieron una millonada para que volviera y le disputara título a Floyd Patterson y dijo que no; que jamás volvería. ¿Pero qué había pasado, campeón? Nada. Nunca dijo por qué se fue, pero se fue. Una versión dijo que Marciano había descubierto que su propio apoderado le robaba, arreglando las sumas por un precio menor y luego cobrando lo que realmente estaba pactado fuera de contrato. Pero aún aceptando esta versión, lo sensato habría sido botándolo a patadas y cobrando él, únicamente él, la suma de su pelea 50 e irse entonces sí del boxeo.

Marciano pereció en un accidente de aviación y con su muerte se fue para siempre el móvil por el cual no quiso saber más del boxeo. Lástima grande, solo queda decir…