Bogotá, cosmopolita y multicultural la ciudad de todos. Sus pueblos aledaños nos reconfortan.

Tomar la autopista norte para ir a desayunar, pan de yucas, pan artesanal, chocolate caliente y espumoso a Chia.

Las deliciosas fresas con crema a la Cabaña Alpina en Sopo, inspirada en Los Alpes Suizos como reza su placa de bienvenida.

Disfrutar del paisaje y los cultivos de flores (tipo exportación ) de Cajicá , Tabio y Tenjo.

Los quesillos de Ubaté, productos de la arraigada industria lechera de la zona.

Si tomamos la vía a la Calera, ese delgado camino de concreto que se encarama en los cerros orientales, que bordean el valle desde donde se divisa toda la Capital.

"Piquetear" un delicioso asado con "refajo", (Cerveza y Colombiana ).

Una caminata ecológica alrededor de la laguna de Guatavita, el Santuario Indígena dónde tejió La Leyenda de El Dorado.

Lo más saludable es llegar a casa impregnados con el plácido aroma de los eucaliptos.

Diana Guerrero Diab

dianacomunicaciones@hotmail.com