Se constituye un crimen de lesa humanidad, o contra la humanidad, según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, todo aquel acto tipificado como asesinato, exterminio, esclavitud, deportación o traslado forzoso de población, encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales del derecho internacional, tortura, violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada u otros abusos sexuales de gravedad comparable, persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género, u otros motivos reconocidos en el mundo como inaceptables con arreglo al derecho internacional, la desaparición forzada de personas, u otro acto inhumano de carácter similar que cause grandes sufrimientos intencionales o atenten de gravedad contra la integridad física o la salud mental cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque. Son crímenes de lesa humanidad en Colombia, aquellos delitos que se cometen reiterada y sistemáticamente contra la humanidad de una persona, de su familia o de la comunidad en la que vive. Es por esta razón, que un secuestro, una violación, o un asesinato puede ser considerado como de lesa humanidad.
Los crímenes contra la humanidad tienen la especial característica de ser imprescriptibles, es decir que pueden ser sancionados en todo tiempo, como sucede con los niños. Pero, a este grupo tan valioso, los están atacando todos los días, según Medicina legal, a pesar de un enorme subregistro con casos que no son denunciados, cada hora tres niños son maltratados, 14 niños son abusados cada día, violación, tortura y muerte. Esta es una situación intolerable que no debemos permitir que continúe, para lo cual deberíamos aplicar la ley, me perdonan los juristas, basados en el criterio de que son crímenes de lesa humanidad.
Dos condiciones son importantes, para lograr que no suceda un solo caso más de crímenes contra los niños, la justicia debe ser severa, todos debemos cuidar de los niños, pero sus padres no los pueden abandonar un segundo, los violadores no pueden dejarse para que recurran con sus atrocidades y deben ser dejados en libertada, únicamente en el caso de que se demuestre que ya están corregidos. Las medidas correccionales no existen en las cárceles para los casos especiales de recuperación. Tomar medidas preventivas y correctivas, aunque difíciles debe ser realizado con equipos organizados con personas debidamente entrenadas debe hacerse con individuos que tengan conductas sospechosas.
Lo más difícil, la corrección de la violencia intrafamiliar, la cual tiene un manejo más complejo, y que solo puede lograrse, cuando todos le demos el verdadero valor a los niños, como nuestro patrimonio más preciado.