Buscar las partes esenciales y necesarias, para acercarnos a una verdadera y útil, reforma a la salud, se vuelve en estos momentos de prioridad No. 1, para lograr los cambios, que cualquier país requiere para dar paso a elementos que por diferentes caminos deberíamos llegar, sin limitaciones de partidos políticos, afanes ni fines personalistas.

A través de organizaciones internacionales de salud, (Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud), sus expertos y otros líderes mundiales, han encontrado tres puntos, que no pueden quedarse por fuera, si en algún momento, se lograsen poner de acuerdo, tan alto número de controvertidas y ya enfrentadas controversias. En forma resumida serían:

1. Ampliar el acceso equitativo a servicios de salud integrales, con calidad, centrados en las personas y en la comunidad. A pesar de los esfuerzos, desplegados mundialmente, las diferencias en el acceso, aunque, aparentemente mejoradas, siguen empeorando como lo demuestran las cifras, estadísticas y el empeoramiento en escenarios como hospitales y servicios de atención ambulatoria. Confirmados aún más durante los años de la pandemia. El crecimiento de mayores porcentajes de personas vinculadas en Colombia, a servicios que no pueden crecer, es una clara evidencia, de lo difícil, que será cambiar la relación de médicos y enfermeros(as) 1.8 y 1.1 por 1000 habitantes, informado recientemente por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDEC, en donde Colombia, ocupa uno de las peores posiciones con relación a otros países. Y si esta relación de personal sanitario necesario, es crítica, peor no puede ser, para los elementos relacionados con la salud, como lo comentamos en otra columna, de pobreza, desempleo, desnutrición, educación, deficientes servicios básicos y otros. A lo cual hay que agregar el déficit financiero actual y, a futuro en el que se debaten una gran cantidad de instituciones dedicadas a la prestación de servicios de salud o IPS.

2. Fortalecimiento de la administración y gobernanza. Sin la existencia de organizaciones, dedicadas en forma permanente y actualizada a lograr este objetivo, se desprende, la inminente necesidad de establecer instituciones fortalecidas con el conocimiento científico, que terminen en un saneamiento urgente del creciente despilfarro, en medio de permanentes saqueos a las actividades de la salud, en medio de una escasez programada de medicamentos, reactivos, y otros medios diagnósticos, como viviendo en una burbuja, que en cualquier momento pudiera explotar, aumentándose con la llegada de migrantes, a un país que no tiene, para atender debidamente sus propios habitantes.

3. Aumentar y mejorar la financiación, con equidad, eficiencia y control, los gastos necesarios, para la corrección de los dos puntos anteriores. No nos queda ninguna duda, que tendremos que colocar los recursos, en el mejoramiento y respuesta rápida, que nos permita enfrentar con dignidad y sacrificio los tiempos tormentosos que se nos avecinan.

Debemos respetar la idea, que, si no hacemos lo que nos toca actualmente, no habrá forma de detener lo que en el futuro se nos viene encima. Solo la inteligencia humana nos hará reflexionar y salvarnos, con la ayuda de Dios.