En nuestra juventud publicamos una novela que titulamos "Nunca es demasiado tarde" la cual ahora traemos a colación al leer cuidadosamente la cita que hace Sergio Espinosa hace pocas semanas en estas páginas de EL HERALDO, de un párrafo de García Márquez “Yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir la tierra”. Nuestra novela tuvo un éxito enorme incluyendo el registro de propiedad intelectual de dos directores de cine para llevarla a la pantalla. Prospecto que no resultó con el tiempo por falta de financiación. Pero la cita a la que hace mención en forma brillante el Doctor Espinoza buen amigo, como toda su columna, sí puede tener éxito por su trascendencia, actualidad, importancia regional y enfoque acertado.

Se trata de institucionalizar la Ciudad Caribe, una forma digna de integración en esta región colombiana que ya el eficiente presidente de la ANDI Bruce Mac Master viene agitando despertando auténticos respaldos. E igualmente, proyecto que se integra sustancialmente al antiguo anhelo jamás descartado que ha promovido Eduardo Verano definitivamente obsesivo afortunadamente de la descentralización costeña en todos los niveles. Es decir, estamos en presencia de un posible y factible nacimiento de una integralidad Caribe que no solo nos afirme en la identificación sociológica, en los comunes anhelos, en las justas aspiraciones de toda índole, sino que además nos provea de los necesarios instrumentos para nuestro desarrollo regional óptimo económico, cultural, costumbrista, y ambientalmente sostenible.

Barranquilla, Cartagena y Santa Marta para comenzar puede ser el marco preciso para una primera etapa que podría con un esfuerzo acertado iniciar este sueño necesario donde ya estarán listas Sincelejo, Montería, Valledupar, Riohacha y San Andrés. Sí se puede lograr y tenemos los insumos necesarios para poner las primeras piedras. La Ciudad Región es un antiguo anhelo, más que una esperanza, para el objetivo de una articulación estable y duradera. En muchas partes del mundo el fenómeno existe con una creatividad asombrosa. ¿Por qué entre nosotros no puede ser una realidad? La sola inicial conformación de una Secretaría Técnica de las Cámaras de Comercio de estas tres capitales para estructurar la institucionalidad es una magnífica idea a la cual pueden sumarse gremios, universidades, corporaciones cívicas, culturales, deportivas en áreas tan ventajosas como el turismo, la proyección aeroportuaria y fluvial, la apertura marítima cada vez más moderna, la ecología, la industria y el comercio en general.

El objetivo es altamente envidiable y alcanzable. No debemos desilusionarnos por los obstáculos que encontraremos de entrada en el centralismo gubernamental que ya es histórico. Bien lo dice Espinosa en su columna: Es más una responsabilidad regional la que debemos asumir con la tenacidad necesaria. Comedidamente ofrecemos a los iniciales gestores y amigos de esta iniciativa maravillosa ésta columna que por fortuna y honor nuestro es bastante leída desde hace décadas. Página que estará abierta permanentemente a todos los avances del tema, lo mismo que nosotros como persona individualmente considerada.

Post columna: Terminamos de leer el libro de Marissa Lacouture. Escrito con el alma. Felicitaciones. Sintaxis perfecta. Relato armonioso y sobre todo sosteniendo en esa pluma con éxito lo más bello que nos entrega la naturaleza y el Ser Supremo: El amor.