Todos los colombianos conocemos el impacto negativo sobre nuestra economía se ha producido la pandemia mundial cuyo resultados investigativos no se configuran en solo el diagnóstico. Por el contrario, ya lo sabemos, todos los días laboratorios, investigadores, gobiernos, sueltan una respuesta de esperanza, uno creadores de ilusiones, para ganar la batalla comerciales que se avecinan con la vacuna y medicamentos adecuados y además para cubrirse de fama y gloria porque de eso viven todavía nostálgicos muchos gobiernos.
Colombia se ha visto estancada en todos los frentes de desarrollo económico. la pandemia no solamente ha exagerado su penetración insólita sino que A exacerbado la rebeldía innata del colombiano indisciplinado que no quiere en una minoría de influencia acatar las recomendaciones de prevención. Lo que significa que en el mediano plazo la recuperación económica que podría aligerarse se va a demorar. Y los sectores de producción no alcanzan el punto de equilibrio con la reactivación porque los porcentajes de la misma aún son bajos. Necesitan otros estímulos, otro horizonte, medidas revolucionarias.
Si hay un ministerio que ha desempeñado su tarea con enorme eficacia es el Comercio, Industria y Turismo con su jefe a la cabeza. Pero hoy día señor Presidente llegó el momento de qué usted haga algo que media Colombia está esperando: sustráigale al mincomercio el viceministro de turismo y presente una ley al congreso dándole vida al nuevo ministerio de turismo anhelado por los gremios, necesitado de presupuesto propio y una sinergia independiente y autónoma, que le dé el definitivo impulso a esta industria que venía agitándose en el país antes de la pandemia.
Es una necesidad señor Presidente, aquí nos hemos permitido en columnas anteriores con el debido respeto sugerirle esta decisión que no le debe ser extraña porque diferentes sectores con seguridad se lo han pedido. Si queremos reactivar el turismo y convertirlo, como venía en su trayectoria anterior, en una fuente de divisas fuertes con 3 millones de visitantes, este es el momento de crear esta dependencia necesitada. No se preocupe señor Presidente que la critiquen disque la creación de otros epicentros burocráticos. No; es sencillamente trasladar el personal y funcionarios hoy día al frente del viceministro respectivo aún ente autónomo, dirigido por especialista como y viene funcionando, con su propia dinámica independiente, mayor influencia, determinación y decisión.
Aquí no tratamos de hacer una crítica pero la sola denominación oficial del despacho:“De Comercio, Industria y turismo” coloca el turismo mismo como una agregación, un rabo, una añadidura, un complemento. Así no lo trabaja hoy día el actual ministro pero esa es con su solo nombre, la impresión de “segundón” que la actividad recogen en el país como en el exterior, en los medios de comunicación. Es decir siempre con la visión de los secundarios, importante pero hay otras actividades urgentes. Y no es así presidente, ya lo estamos viendo y queremos que usted sea el pionero en aterrizar en esta franca realidad.