La pandemia nos cambió la vida sin lugar a dudas. A unos más que otros y muchos de esos cambios serán irreversibles.

La música fue uno de los sectores más golpeados del entretenimiento.

Desde hace ya varios años atrás los artistas no viven de vender discos y el streaming en las plataformas de música genera pocos ingresos, incluso para las grandes estrellas, la base del negocio son los conciertos y giras, pero ahora la pandemia acabó de un día para otro con todos los eventos masivos.

La primera reacción de los artistas fue detener todos los lanzamientos de nuevo material que esencialmente los ayuda a vender conciertos, pero cuando se dieron cuenta que esto sería para largo miraron las cosas con otra perspectiva. Si no lanzaban música se desconectarían de sus seguidores.

Aquí Los Rolling Stones fueron fundamentales. Terminaron de grabar desde la distancia una canción y hasta le grabaron un video en el que tocaban en vivo. Unos veteranos le enseñaron al mundo que sí se podía.

Luego Chris Martin de Coldplay decidió hacer un Instagram Live sorpresivo para acompañar a sus fans y generó una oleada detrás de él.

Pasó la luna de miel y aparecieron los conciertos donde se pagaba por conectarse. Había que generar ingresos a como diera lugar. Y aunque nunca se remplazará la sensación de estar en vivo en un show, esta será seguramente una alternativa que quedará luego de la pandemia. El gran cambió es que nos abrimos a la posibilidad de pagar por ver conciertos a distancia en directo y eso genera un mundo de posibilidades.

Es difícil atreverse a predecir cuando volverán los grandes eventos y giras. Pero me atrevo a pensar que no antes del último trimestre del 2021.

No habrá nuevas giras, simplemente los artistas y empresarios se pondrán al día con todo lo que hubo que postergar, con el agravante de que la disponibilidad de locaciones y la capacidad económica de los fans estarán bastante limitadas.

De las buenas cosas que nos dejará este encerramiento forzado será lanzamientos de brillantes nuevos discos que iremos conociendo poco a poco. El ejemplo mas reciente fue el del nuevo disco del ex-Beatle Paul McCartney que grabó en su estudio personal con la particularidad de que toca todos los instrumentos. Un disco estupendo que debutó en el primer lugar de listas en Estados Unidos y el Reino Unido y que los críticos consideran uno de los mejores de su carrera.

El no girar tanto hace que los artistas dediquen más tiempo a su música en el estudio y logren mejores discos. Esa es un poco la explicación del por qué Los Beatles tuvieron tan buenos discos, habían dejado de hacer espectáculos en los últimos cuatro años de su carrera.

La parte complicada y difícil fue para los artistas medianos o en desarrollo. Muchos de los bares donde tocaban cerraron sus puertas haciendo que sus ingresos se vinieran al piso. La música electrónica y los Dj’s, al perder su ambiente natural, también se han visto fuertemente afectados.

Ni hablar de los empresarios de conciertos y ante todo de todo el personal que se mueve detrás de los eventos y giras. Pasarán varios años para que se logren recuperar. Sin embargo, en medio de la crisis algunos salieron intactos y hasta con mejores ingresos. Este fue el caso de las grandes compañías discográficas al ver incrementado el consumo de música en las diferentes plataformas.

Aún no hemos salido de estos tiempos complicados, pero lo lograremos. Con muchas huellas imborrables, pero ojalá con el corazón lleno de ilusiones.