En esta nueva etapa del manejo de Aerocivil que se pronostica provechosa, se ha incluido como primordial la remodelación del Aeropuerto Ernesto Cortissoz en jurisdicción de Soledad (Atlántico) que presta servicios a todo el departamento, en especial a Barranquilla.
En cualquier lugar del mundo un aeropuerto es la primera impresión del viajero de todas las clases, del visitante nuevo, del delegado, del hombre de negocios, del turista. Nosotros en Barranquilla llevamos años esperando su remodelación definitiva, su modernización no en pistas y elementos del tráfico aéreo que ya son óptimos desde hace rato, sino en todas las demás dependencias básicas. Aerocivil no puede negar que estuvo antes atendiendo lo básicamente técnico en aviación pero descuidó su responsabilidad en el contenido de los contratos firmados donde se incluyó atención a pasajeros, comercio y despacho de ellos mismos, logística de embarques y desembarques, accesorios y equipos de ayuda y apoyo para transeúntes. Hoy, parece que estas cosas han cambiado.
Se ha formado un grupo selecto de gremios y entidades locales que pueden convertirse en vigilantes del proceso de remodelación iniciado. El Comité Intergremial del Atlántico exitosamente orientado por su director Efraín Cepeda Tarud, la Cámara de Comercio local cuya máxima autoridad es el distinguido y eficiente profesional Manuel Fernández Ariza encabezan en buena hora este comité que con otras distinguidas entidades expertas en la técnica y logística empresarial, comunicaciones, se han impuesto la tarea de estar al pie del cañón con la Aerocivil en un ejemplo de apoyo, colaboración y ayuda.
Pensamos que el sector oficial local debe estar presente igualmente. Gobernación del Atlántico y Alcaldía de Barranquilla pueden aportar mucho en este tema. No con un sentido y orientación fiscalizadora ni coercitiva, sino con una actitud respetuosa, cordial, de intercambio de ideas y esfuerzos y eficacias. Es necesario que el gobierno sea invitado a este proceso. Gobernación y Alcaldía tienen magníficas Secretarías que son muy especialistas en turismo y eficientes, con larga experiencia, y pueden aportar mucho. No nos olvidemos de que recibimos con fiestas o sin ellas visitantes de todas partes del mundo que ya pasaron de 200.000 al año. Ellos son los amplificadores de nuestro progreso.
Por ello, nuestra inquietud, que es fruto de la experiencia en turismo, está dirigida a que todo lo que hagamos en este sentido y sugerencias sea buscando más y más beneficios para nuestra tierra y capital.