En nuestro país es un Derecho Fundamental la prestación de la salud a sus ciudadanos porque así lo consagra la Constitución Nacional. De modo que no es un capricho de cada gobernante ni una conquista de algunas mayorías en detrimento de las minorías, o un regalo que alguna corriente política otorgue a sus simpatizantes. En una palabra todo colombiano tiene derecho a la prestación del servicio de asistencia médica a través de los canales precisos, por medio de la organización institucional creada que se construye en un servicio que prestan las EPS, que son las “Prestadoras de la Salud” y deben recibir del gobierno de turno, del Estado, las cuotas por cabeza, “Per cápita” a que tiene derecho cada colombiano. Quienes prestan ese servicio se les denomina las “Instituciones prestadoras de Salud, IPS”, que tienen unos costos altísimos entre los cuales el salario de Médicos, Especialistas, Enfermeras, personal auxiliar etc.
Todo, antes de este gobierno, marchaba más o menos bien. Tenía sus fallas, es cierto. Uno se pregunta: En el manejo de una nación en el mundo no hay muchas falencias así no se conozcan o crean un escándalo? No hay un Estado en el orbe que todo lo maneje perfectamente. Llegó este gobierno y con su cantaleta absurda de las ideologías de izquierda que debían imponerse a unas de derecha que tienen dizque oprimidas a las primeras, cambiaron todo y desbarataron nuestro sistema de salud. Ahora, hoy día no saben cómo arreglarlo y los dineros que la Ley ordena para esta función lo tienen guardado, o lo botaron o lo que es más común según las noticias se lo robaron o lo dirigieron a otras secciones públicas. En una palabra es el mismo gobierno el que desbarató nuestro sistema de prestación de salud que aún con fallas bastante que cumplía con los deberes Constitucionales.
En este momento no sabemos cómo se arreglará la situación pero las filas para buscar asistencia médica son de cuadras y cuadras, la atención es deficiente, no hay medicamentos suficientes y la inconformidad no solo es de los enfermos y necesitados sino de las mismas cuadrillas médicas que para decir la verdad casi que están prestando servicio con sueldos bien atrasados y necesidades tremendas. Hace pocos días una conocida enfermera adulta mayor con lágrimas en los ojos nos espetó: “Doctor no me lo va a creer pero desde febrero no nos pagan el salario, pero tengo que seguir trabajando, ¿qué más puedo hacer”? Es la respuesta de miles de profesionales. Y qué contesta el Presidente? Nada, silencio total porque él se encuentra de viaje proponiéndole al mundo de sus quimeras que los vientos del sur de América sirvan de sustento y combustible para Ecopetrol que debe dejar producir petróleo y dedicarse a crear viveros de pajaritos preñados.