Sí, yo preferiría lloviznas que bien le hacen a nuestra vegetación y no los acostumbrados aguaceros que ya conocemos porque por estos días hay una importante cantidad de frentes de obras que se desarrollan en Barranquilla ya que en muchos sectores se están reparando calzadas, en otros se están ampliando vías, como la calle 79 y las carreras 49C y 50, en ese sector se está entubando el arroyo de la calle 85, en la calle 72 de manera simultánea se están eliminando huecos en el extremo norte y en el otro se viene remodelando la vía, a la prolongación de la calle 98 se le están construyendo andenes, aunque debo manifestar que resulta inconcebible haber optado por un semáforo que estrecha el flujo sobre la Vía 40 en vez de haber construido una glorieta en esa intersección de la calle 98 con Vía 40; hoy se construyen varios parques y polideportivos, y se continúa con el “Malecón del Suroriente” en Rebolo; por los lados del mercado se construye la segunda etapa del Mercado “El Playón”; ya solucionado el caudaloso arroyo de la carrera 18 prácticamente se termina la ampliación de la llamada Cordialidad, y hay más obras del Distrito en ejecución. Por todo lo anterior, repito, prefiero lloviznas que aguaceros.

Como cada cabeza es un mundo, las opiniones sobre esta gran cantidad de obras simultáneas en la ciudad, son diferentes de acuerdo a la manera de opinar de cada uno. Con la autorización de mi amigo Alonso Hinestrosa Jr., transcribo sin alterar una coma, un positivo mensaje que él me envió hace unos días por WhatsApp: “Nico, ayer llevé al viejo Alonso al médico, el man usa un caminador por asuntos de equilibrio… él vive en las “Torres de Salem” Cra. 50 con 82… fuimos a unos consultorios de Sura en la carrera 49C entre 79 y 80. Le propuse que regresáramos a pie… él reacio aceptó mi invitación… fue una experiencia agradable!!! Poder caminar por unas nuevas y amplias aceras recién construidas, un recorrido parejo y sin escalones, ni textura resbaladiza… sombreadas, el viejo pudo hacer un recorrido a pie que hace 6 meses era imposible por las condiciones tipo “motocross” que cada vecino le ponía a su acera… los carros alineados a lo largo de la calle sin montarse en las aceras que antes no permitían que los peatones pudieran disfrutar de una caminata por este sector que siempre está lleno de pacientes y sus acompañantes que deambulan por numerosos centros médicos. Las obras fastidian y demoran pero el cambio es para el bien de todos”.

La realidad es que resulta ser un proceso demorado construir obra nueva donde hay que demoler lo existente, y si como pretenden algunos, que para evitar congestiones el Distrito debería terminar una obra para iniciar la siguiente, se tardarían décadas en lograrlo. Yo prefiero obras simultáneas que pueda disfrutar a corto plazo.

@nicorenowitzky