Los secretos guardados de la mejor forma son potenciadores de la fidelidad. Procesar la información con la cadena de custodia requerida y la consideración propia de la integridad moral y emocional de los demás, es una descripción de la identidad y la personalidad. Quienes publican sus intimidades luego de conflictos están exponiendo mucho más de lo que creen: Lo que dices de la gente, habla de ti.

El corazón sincero enamora, la palabra fiel conquista, el sentimiento honesto prospera, la amistad genuina sobrevive al dolor y la plenitud es posible, desde el momento en el qué adoptamos a la verdad cómo la máxima incuestionable de nuestro temperamento. ¿Se han vuelto ideales los valores? ¿Son rarezas las buenas costumbres?

El enigma de la traición es la cúspide de las frustraciones. La vulneración de la confianza materializa la agresión demoledora del amor y los más nobles sentimientos. Quienes practican conductas recurrentes asociadas con engaños, trampas, mentiras, manipulaciones y principalmente la ingratitud, adquieren el hábito propio de los traicioneros: La deslealtad se vuelve costumbre para la lógica de la conspiración.

Salvo que se esté en un juicio por la comisión de delitos, revelar información sensible de las personas que confiaron alguna vez en ti, es una manera de proyectar la distorsión recurrente entre la prudencia y la sinceridad. Honestidad, honradez, lealtad, franqueza y nobleza, son valores convertidos en rasgos de quién es superior al odio, la maldad y la decepción.

La personalidad es mucho más que la exhibición de la apariencia. Responde a la elevación de las cualidades más allá del perfilamiento provocado por los convencionalismos. Es la imagen compartida del ser con su contexto. Somos mucho más de lo que parecemos. Nos definen nuestros valores.

La traicionabilidad es el comportamiento recurrente de quienes adoptan antivalores semejantes a la deslealtad, infidelidad, ingratitud, injusticia, corrupción, irrespeto, discriminación, intolerancia, odio, mentira e irresponsabilidad, provocando daños de todo orden a las personas con las que interactúan. Es el símbolo artificial de la insidia. La tasa de cambio fijada por la devaluación de la honorabilidad. El cúmulo de males provocados por los abusos.

Los traidores suelen ser fuertemente sancionados por la ley y el orden moral de las comunidades. Acaban con la confianza natural otorgada por la buena fe. Generan formas muy crueles de rechazo y animadversión.

¿Te han traicionado? El error de otros es un buen ejemplo de lo qué no se debe hacer. Que no nos afecte la traicionabilidad.