La película Egon Shcielle cuyo título incluye el nombre de una de las obras más importantes del aclamado pintor expresionista de principios del siglo XX, es un recuento de la vida del artista durante los últimos años de su corta existencia.
Comienza con los días próximos a su muerte, cuando fue atacado por la enfermedad conocida como fiebre española, que acabó con millones de personas.
Dirigida por Dieter Berner y basada en el libro de Hilde Berger, la cinta retrocede en el tiempo, mostrando la época mas productiva y al mismo tiempo la mas convulsionada del artista, no solo por la situación política, sino también por la personal, que desafiaba todas las convenciones sociales.
El filme se centra en las relaciones que mantuvo Schielle (Noah Saavedra) con las mujeres que le sirvieron como musas, empezando con su hermana Gerti (Marissa Riegner), una sus principales inspiraciones con quien tuvo una complicada relación.
Su predilección por las mujeres jóvenes le ocasionó problemas que lo llevaron a ser juzgado y encarcelado por pedofilia y amoralidad, creando un dilema que nos hace cuestionar nuevamente si se puede separar al autor de su obra.
Es casi seguro que si analizamos la relación entre la mayoría de los artistas de la época con sus musas, quienes no solo modelaban sino que se involucraban sentimental y sexualmente, seguro encontremos la consabida situación de abuso de poder, como se sugiere en la corta aparición de Gustav Klimt (Cornelius Obonya) en la película.
Fue Klimt, otro importante pintor del momento, quien reconoció la genialidad de Schielle, y ambos hicieron parte de un movimiento secesionista que rechazaba la academia. Fue también él quien le introdujo a Wally (Valerie Pachner), modelo con la cual mantuvo la relación mas duradera, hasta su matrimonio de conveniencia con una vecina de la alta sociedad, Edith Harms (Marie Jung).
Este matrimonio por interés y la entrada al ejército provocan la partida de Wally, que dio lugar a la creación de La muerte y la doncella, cuadro representativo del dolor, la desolación y el desamparo del momento.
Y terminamos cuestionando si todas las relaciones fueron de conveniencia en esta descripción tan ajustada del egocentrismo de este artista, capaz de suspender una relación sexual si visualizaba en un momento dado la pose adecuada para uno de sus bocetos.
La posición de poder que detenta el artista hombre sobre la modelo ha hecho parte de la historia del arte, y hasta ahora es objeto de controversia haciendo parte de las denuncias actuales a raíz del movimiento #YoTambién.
La obra de Egon Schielle creó controversia desde su concepción hasta tiempo después de su fallecimiento. Durante la segunda guerra mundial los nazis confiscaron varios de sus cuadros que fueron después reclamados por familiares de los dueños originales, y en estos momentos en que se planea la conmemoración de los 100 años de su muerte, sus pinturas aún incomodan a muchos.