El Estado ha preferido mantenerse en manos de la corrupción, de la inexperiencia, de una democracia enferma que no se quiere curar, ha prefierido el deterioro de las instituciones de la justicia, de la libertad y de la dignidad humana.
Por lo anterior es que considero que la no continuación de esa recuperación urbana para contar con un bello centro que lograra un sano equilibrio del comercio formal con vendedores estacionarios formalizados, es causante de esta agonía denunciada en EL HERALDO porque ello impidió lo deseado y deseable como lo era su conversión en una gran área comercial y residencial para que gozara de actividad las 24 horas del día.
Pero también es verdad que los malos y pésimos indicadores económicos y sociales anteriores a 2022 demuestran el mal rumbo que llevaba el país y explican el voto de castigo a favor de Petro y contra los gobiernos y los políticos que gobernaron antes del Gobierno actual, amplia y profunda repulsa que hicieron evidentes los grandes paros de 2019 y 2021.
El déficit fiscal no es solo un problema contable: es también un reflejo ético del Estado. Un país que gasta más de lo que produce termina hipotecando su futuro. Vivir del endeudamiento es, en el fondo, sembrar promesas con dinero prestado, una práctica que tarde o temprano pasa factura.