En Barrancabermeja, Santander, se dispuso este domingo por parte de la JEP el acto de socialización de la acreditación del río Magdalena como víctima y sujeto de derechos en el Caso 08.
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El pasado 9 de mayo, la Sala de Reconocimiento de la JEP acreditó al río Magdalena como víctima en respuesta a la solicitud de organizaciones de víctimas, en el marco del Caso 08, Subcaso Magdalena Medio, que investiga los crímenes cometidos por miembros de la fuerza pública, u otros agentes del Estado, en asociación con grupos paramilitares y/o terceros civiles, en el marco del conflicto armado.
“La decisión de acreditar al río más importante del país como víctima y sujeto de derechos en la JEP se fundamentó en las múltiples afectaciones sufridas por el río Magdalena en el marco del conflicto armado, las cuales han sido expuestas por las víctimas en su solicitud y reconocidas por diferentes autoridades judiciales”, recordó el tribunal de paz.
En el evento, Luz América López, víctima acreditada y una de las fundadoras de la Corporación Regional para la Defensa de los Derechos Humanos, explicó el significado de uno de los elementos simbólicos que acompañan esta socialización que se llevó a cabo en el Puerto Fluvial Yuma, de Barrancabermeja: un árbol con los retratos de víctimas del Magdalena Medio, los cuales, según López, son “un grito desde el agua por las víctimas que ya no hablan”.
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“Sus ramas representan los caminos que nos ha tocado recorrer, de los que nos ha tocado salir adelante en representación de aquellos que están allí en esas fotos, un poco ya borrosas, pero que mantienen la esperanza viva en nosotros de conocer la verdad algún día”, dijo López.
A su vez, Iván Madero, presidente de la Corporación, habló de las expectativas que genera en las comunidades el reconocimiento del río Magdalena como víctima e interviniente especial.
“Reconocer la responsabilidad histórica por la constante contaminación, no solo del río, sino de todo ese ecosistema acuático conectado con el río Magdalena. Fortalecer la pesca artesanal. Todos tenemos que ver con el río; el río forma parte de nuestra vida y de nuestro ser, y así debemos reconocerlo”, dijo Madero, quien añadió que ahora deben impulsarse propuestas de acciones restaurativas para la región en torno al río Magdalena.
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Y Carlos Gallón, representante de la Unión Sindical Obrera, USO, leyó un fragmento de ‘El amor en los tiempos del cólera’, de Gabriel García Márquez, el cual, según dijo, “muestra cómo, a través del tiempo, el río Magdalena ha sido inspiración para la literatura y la música”.
“Para nosotros, como unión sindical, el río Magdalena tiene un origen en nuestra historia, porque nos permitió organizarnos y luchar desde hace 102 años. En estos 102 años hemos sido víctimas: más de 125 compañeros han sido asesinados. Y seguimos siendo víctimas hasta el día de hoy”, afirmó Gallón, quien también leyó la primera página del informe presentado ante la JEP: ‘Sindicalismo en la mira: un Estado fallido. El caso de la Unión Sindical Obrera’.
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