Compartir:

El mundo cambia y gira, la mayoría de las veces para bien, por fortuna. Sin embargo hay casos como el de los Call Center que en vez de ayudar terminan por complicarle la vida a los usuarios. Atiende una máquina, nos pasa a otra máquina y luego otra máquina, al final no puede uno dar con la opción que requiere y es imposible que lo atienda a uno un ser humano.

En ocasiones llega uno hasta donde un informador, que le dice mil cosas leídas de un libreto, y como dice mi esposo, las grandes empresas delegan en estos informadores el que uno decida retirarse o cambiar de empresa, porque ellos son tan poderosos que tienen la decisión con una mala atención de acabar con la relación- empresa-cliente.

Cuando les conviene nos colocan una encuesta para evaluar el servicio, pero cuando les va mal y una solicita la encuesta, olímpicamente le dicen a uno que no y le cuelgan. Muchas veces es por desconocimiento y otras porque el libreto que les dieron no les permite ninguna atribución para resolver. Y sobre todo porque hemos olvidado el contacto humano, la atención personalizada, una actitud positiva o un ser amable que nos ayude a resolver.

Que viva la tecnología, pero sin eliminar al ser como persona, que siempre quede aunque se una última opción de poder oír y saludar a alguien.

Magda Correa De Andreis
Macode38@hotmailcom