Lo cierto de todo este análisis es que si hoy Colombia tuviera un presidente serio, decente, responsable, con un muy buen equipo en sus ministerios e institutos descentralizados, con un país más seguro y productor, y obviamente con elevado respaldo popular, como máximo tendríamos una docena de candidatos, esos sí serios, capaces y con posibilidades, porque un mandatario que deje la vara bien alta, limitaría esta proliferación de individuos que la están midiendo por lo bajo con Petro.
Por lo anterior es que considero que la no continuación de esa recuperación urbana para contar con un bello centro que lograra un sano equilibrio del comercio formal con vendedores estacionarios formalizados, es causante de esta agonía denunciada en EL HERALDO porque ello impidió lo deseado y deseable como lo era su conversión en una gran área comercial y residencial para que gozara de actividad las 24 horas del día.
Ha sido con recursos propios la única opción para lograr el desarrollo que hoy muestra Barranquilla, incluyendo los créditos respaldados por el impuesto predial, el de Industria y Comercio y otros tributos, realizar una óptima operación de recaudo y equilibrar su presupuesto con un gasto de administración proporcionalmente bajo y un muy elevado porcentaje destinado a la inversión en lo social y en obras de infraestructura.
Ese tipo de comportamientos convierten una inteligente solución en un problema, pero si en esa cuadra se instalara una cámara de foto-multas para los mal estacionados, con certeza que eso no sucedería, y quizás esta no generaría mucha utilidad económica, pero sí lograría culturizar a tanto bagre y mejorar el tránsito.
Una campaña diseñada con características de empresa privada, con eslogan: “¡Firme por la Patria!” con marca: “El Tigre”. Por todo lo anterior y también porque imagino cómo sería su gobierno: Serio en cuanto a su ejecución como mandatario, que no dudo sería excepcional, pero con su marcada personalidad caribe y rodeado de los mejores para su equipo.
Sabemos que tradicionalmente Barranquilla no ha sido tan favorecida con recursos de la Nación como otras ciudades privilegiadas por los gobiernos centrales, así que para haber logrado el desarrollo que reconoce todo el país ha sido necesario inventarse recursos propios.
Es hora de que el Distrito diseñe un programa exclusivo para arreglar los andenes, y no solo como un complemento cuando intervienen las calzadas vehiculares.
La gran ventaja de esta ampliación es que generaría la posibilidad de subir por la mencionada carrera 51B hacia la Circunvalación y el Corredor Universitario desde la misma calle 76 con carrera 51, o desde la calle 80 a quienes vienen de la 53 y el parque Washington, restándole presión a la hoy exageradamente congestionada carrera 53, absurdamente remodelada sin haberla ampliado a 3 carriles.
Lo importante es instalar una señalización y una banca en cada paradero, obligar a los conductores a solo parar en estos y a la policía de tránsito multar a todo conductor que no los obedezca.
Con seguridad que el resultado sería mayor eficiencia y como consecuencia, una mejor posición en cuanto a competitividad.