Hacerse nuevamente con el dominio de la Triple A es la misión oficial que tiene la empresa pública española Canal de Isabel II, la cual, desde territorio europeo, manejó por más de dos décadas los intereses de Inassa, la firma local que tenía el 82 % de la composición accionaria de la empresa de aseo, acueducto y alcantarillado de Barranquilla.
En 2017, luego del estallido de un escándalo de corrupción en España y Colombia y una intervención inmediata de entes investigadores de ambos países, todo ese paquete accionario de Canal de Isabel II e Inassa, con una figura de embargo, pasó a poder de la Sociedad de Activos Especiales, SAE, del Gobierno colombiano. Y, con el paso del tiempo y una negociación reservada, hoy dicho accionariado está en proceso de quedar en manos del Distrito de Barranquilla y APBAQ (sociedad de economía mixta con participación distrital mayoritaria).