Barranquilla, como cualquier otra ciudad, cuenta con su historia, algunas van más allá de narrar los orígenes de la ciudad. Por décadas sus habitantes han contado un sinnúmero de leyendas urbanas sobre almas en pena de niños, ancianos, animales y hasta duendes, que según testigos 'espantan' a las personas en el silencio de la madrugada.
Estos mismos mitos y leyendas urbanas son los que alimentan cada año las fiestas de Halloween, aunque estas no tengan origen en Colombia, diferentes lugares de Barranquilla son reconocidos por 'estar embrujados'.
Mitos y leyendas urbanas en Barranquilla.
Las gemelas con hidrocefalia: sobre esta historia Álvaro Palacios, periodista paranormal, escribió en AL DÍA, que por las madrugadas, dos niñas espantan a los transeúntes a las afueras del olvidado Seguro Social del barrio Los Andes. Según afirma el mito urbano, las dos pequeñas nacieron allí, pero sus padres las abandonaron por sufrir de hidrocefalia. Enfermeras del lugar se hicieron cargo de ellas, pero las niñas murieron a los pocos meses. Habitantes del sector han narrado que en las noches se les escucha cantar: 'La puerta está abierta y puedes entrar. Hay cartas en la mesa y puedes jugar'.
La monja del Hospital Barranquilla: según la leyenda, en este lugar durante la década de los 50 una orden de monjas ayudaban a los enfermos del Hospital Barranquilla. Una de ellas era Hortensia quien se dedicaba a ayudar a las prostitutas que llegan a este centro asistencial.
Dice la leyenda que Hortensia estaba ayudando a una prostituta que estaba embarazada pero la mujer murió, esto causó mucho dolor en la religiosa quien también murió varios días después y desde entonces su alma pena en los pasillos del hospital ayudando a las personas que llegan por atención médica y rezando al lado de sus camillas.
Brujas en el Jardín Botánico: en este lugar de la carrera 14, en el sur de Barranquilla, llegan aves negras todas las noches, desde muy lejos. Al parecer, estas son brujas que tienen la habilidad de transformarse en animales por medio de un ritual de magia negra, llamado 'shaguá' para realizar hechizos.
El bus fantasma: dice la leyenda que un bus regresaba de un viaje pero tuvo un accidente en el Puente Pumarejo y terminó cayendo con todos sus ocupantes al río Magdalena cerca de la Isla Pensilvania. En horas de la madrugada se suele escuchar el grito de varias personas, pero los habitantes de esta isla cuando salen a investigar nunca encuentran nada.
El caballo galopante: en la carrera ocho de Barranquilla, según la leyenda, durante la madrugada se escucha un caballo que el equino pertenecía a Rondón, una persona que adoraba a los dioses africanos y hacía sacrificios humanos bañándose con la sangre de las víctimas. Desde entonces el galopar de su caballo se puede escuchar recorrer las calles de este sector popular de la ciudad asustando a las personas.
Estas son algunas de las leyendas urbanas que se narran en la ciudad generando pánico y terror en quienes aseguran haber sido testigos de un encuentro paranormal, pero también están quienes son escépticos ante este tipo de apariciones. Lo que sí está claro es que este tipo de historias son las encargadas de alimentar la oralidad y la cultura costeña plagada por mitos y leyendas.