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Los personajes principales de las películas animadas tienen el doble de posibilidades de morir que sus contrapartes en películas de adultos lanzadas en el mismo año, según revela un estudio de la Universidad de Ottawa y el University College London, publicado esta semana en el British Medical Journal.

Los hallazgos llevaron a los autores a describir los dibujos animados para niños como 'llenos de muerte y destrucción', con contenido similar a los 'horrores rampantes' de populares películas para adultos que reciben clasificaciones que restringen el acceso a menores.

'En lugar de ser alternativas inocuas y más suaves a las películas típicas de terror o de drama, las películas de dibujos animados para niños son, de hecho, focos de asesinato y caos', dicen los líderes del estudio, los doctores Ian Colman y James Kirkbride.

Las muertes y la violencia representadas en la gran pantalla pueden ser particularmente traumáticas para los niños pequeños, y el impacto puede ser intenso y de larga duración. Debido a esto, muchos padres no dejan que sus hijos vean películas dirigidas a un público adulto, dicen los investigadores canadienses y británicos.

En un intento de evaluar la cantidad de violencia a la que podrían estar expuestos los niños, analizaron la cantidad de tiempo que demoran en morir a los personajes principales en las 45 películas infantiles más taquilleras desde 1937 (Blancanieves) hasta 2013 (Frozen), y que hubieran sido clasificadas como adecuadas para un público general o que se recomendara la compañía de un adulto.

También analizaron si la primera muerte en pantalla fue un asesinato o involucraba al padre o madre de un personaje principal.

El estudio encontró que dos tercios de las películas de caricaturas representan la muerte de un personaje importante frente a la mitad de las películas para adultos.

Después de tomar en cuenta la duración de la cinta y los años desde el lanzamiento de la misma, los personajes principales de dibujos animados tenían 2.5 veces más probabilidades de morir que sus contrapartes en las películas para adultos, y casi tres veces más probabilidades de ser asesinados.

Los padres de los personajes principales tuvieron más de cinco veces las probabilidades de morir en los películas animadas que en cintas dirigidas a los adultos.

Además, los datos sugieren que los padres, némesis y los niños eran más a menudo las primeras víctimas en las caricaturas, mientras que en el cine para adultos el protagonista era el que más probabilidades tenía de perder la vida.

Solamente fueron incluidas en el análisis las películas animadas en la que los personajes principales eran humanos o animales, ya que no está claro si existe el concepto de muerte entre los objetos ‘humanizados’, tales como automóviles y juguetes.

Entre las cintas estudiadas se encontraron algunas de terror como El exorcismo de Emily Rose (2005) y Revelaciones (2000), y de suspenso como Pulp Fiction (1994), Los Infiltrados (2006) y El Cisne Negro (2010).

Las muertes horripilantes en dibujos animados fueron comunes: tiroteos en Bambi (1942), Peter Pan (1953) y Pocahontas (1995); apuñalamientos en La Bella Durmiente (1959) y La Sirenita (1989); y ataques de animales en Bichos (1998), Los Croods (2013), Cómo entrenar a tu dragón (2010), Buscando a Nemo (2003) y Tarzán (1999).

Muertes notables tempranas en la pantalla incluyen la madre de Nemo al ser comida por una barracuda a los 4 minutos 3 segundos, y los padres de Tarzán siendo asesinados por un leopardo a los 4 minutos 8 segundos.

Los investigadores también sostienen que no hay pruebas que indiquen que el nivel de violencia ha cambiado en películas infantiles desde Blancanieves en 1937, cinta en la cual la madrastra de Blancanieves, la malvada reina, fue alcanzada por un rayo, empujada por un precipicio y aplastada por una roca mientras era perseguida por siete enanos vengativos.