Atraídos por una información de entrega de mercados, que resultó ser falsa, se apostaron en las afueras de la sede de gobierno desde las 6:00 de la mañana.
Con bingos en los barrios y ventas en las calles se ganó la confianza de los habitantes de este municipio del norte del Cesar y ahora es el primer mandatario local.
Ciudadanos hicieron denuncia por Wasapea a EL HERALDO. También piden mayor control de la Policía por carriles invadidos.
Aristides Pérez Nisperuza, que se gana la vida vendiendo butifarras por las calles de San Pelayo, deberá pagar $208 mil por violación del Código Nacional de Policía.
Según la Secretaría de Control Urbano y Espacio Público de Barranquilla, el que compra está promoviendo ocupación indebida.