Un estudio científico dio respuesta a esta pregunta analizando el plasma de varias personas.
Mientras los científicos trabajan en sus cuarteles de antienvejecimiento, financiados por los fondos que han aportado las cabezas de los gigantes tecnológicos, rara vez por recursos públicos de gobiernos o entidades oficiales, la discusión debería empezar a ocuparse de cómo se garantizará que los avances en longevidad, que supondrán una absoluta revolución socioeconómica, alcancen a las personas de escasos recursos. ¿O es que solo los ricos podrán ser jóvenes, saludables y productivos por muchos más años? Sería inaceptable sumar nuevas desigualdades a un mundo tan asimétrico.
Así lo demostró un estudio basado en el seguimiento médico de más de 5.000 mujeres durante 30 años.
A propósito del Día Mundial de la Toma de Conciencia frente al Abuso y Maltrato en la Vejez, Medicina Legal informó sobre los homicidios y abusos contra este grupo poblacional.
En nuestro país, las personas mayores son casi invisibles. Paradójicamente, el virus nos hizo visible. Como diría Hitler, la covid-19 está haciendo una terrible limpieza demográfica. Casi siete de cada diez muertos por causas de este virus son mayores de sesenta años.