Miembros de la Ocde realizaron un recorrido en la Fábrica de Cultura, donde conocieron cómo se forman los artistas de la ciudad. Igual mente estuvieron en el cielo abierto de Barrio Abajo y finalizaron en el Museo del Carnaval.
A través de la recuperación de este tradicional espacio, Barranquilla se proyecta al futuro. Sus pasillos son la muestra de que se pueden apuntar a diferentes actividades económicas en un mismo lugar, mientras se combina el rescate de la memoria histórica.
Hay que evitar que los visitantes miren hacia la nación, porque allá no hay sino embarradas. Que les quede claro que Barranquilla es una cosa, y Petro otra muy distinta: un orate que no tiene ni idea de políticas públicas, y que cree que puede pelear hasta con USA. Ojalá les quiten la visa a todos los funcionarios, y a los que acompañan a su nefasto gobierno.
Contar con una draga de tiempo completo ha sido clave, pero no es lo único. Desde el laboratorio de la Dimar hacen continuo seguimiento al comportamiento diario del río.
Esta propuesta para los amantes de la cultura se integra, también, en el marco de la celebración de la OCDE a desarrollarse hasta el 11 de julio en la ciudad.