Encaramos un debate impostergable sobre el futuro de la autonomía territorial liderado por quienes deben hacerlo: los gobernadores, a quienes se les acusa ahora de una rebelión. En todo caso, en clave de paz política, porque tras tocar las puertas de dos Gobiernos centrales con ideales antagónicos y recibir la misma respuesta sin efecto, no queda más que declararse en pie de lucha para cambiar el actual modelo ineficaz a través de un diálogo incluyente que fortalezca las institucionalidad de las regiones, soporte de esta Colombia diversa.
El evento fue en la Universidad del Norte, contando con múltiples sectores sociales para hablar de derecho público.
En dos meses será llevado ante el Concejo esta iniciativa para su aprobación. El municipio pretende acogerse a un nuevo esquema político administrativo.
Debe haber más control del gobierno central pero no condenar a los territorios a la inactividad y a la dependencia mental. Debemos orientar nuestro destino como nuestro aporte a futuras generaciones. Nuestra tarea es construir la vida desde las regiones con nuestras capacidades, aspiraciones, a pesar de nuestras limitaciones. Nadie la podrá hacer por nosotros.
Sabremos la percepción de los barranquilleros frente a la agenda, en un año diferente desde donde se le mire.