<p>Hace 102 años, específicamente el 24 de octubre de 1915, el cuerpo de Sabina Atilano se convirtió en el primero en ser sepultado durante la inauguración del cementerio Calancala.</p>
<p>El llanto angustiante de un bebé, un hombre vestido de negro que aparece y desaparece, así como el sonido de pasos y silbidos, son algunos de los acontecimientos paranormales que suceden cada noche en el cementerio Calancala.</p> <p>Rubén Guerra y José Valencia trabajadores del cementerio, relataron sus anécdotas más tenebrosas y las prácticas de brujería que han descubierto en este camposanto.</p>
Rubén Guerra y Alberto Patiño llevan 10 años cada uno vigilando que a este camposanto no entren intrusos, y velan porque no se cometan profanaciones ni actos delictivos en el recinto.