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Sus muletas sostienen las ansias de vivir. Con una sonrisa en el rostro recibe a diario a sus clientes y alumnas en la Casa de la Artesanía de Usiacurí. Cindy Vallecilla encontró en las tejeduras de palma de iraca el proyecto de vida para sobrellevar un grave accidente automovilístico que dejó daños en su pierna izquierda y su cadera.

Vallecilla es barranquillera, pero es una más de las artesanas del municipio de Usiacurí que se sustenta gracias a este arte. La palma de iraca, agujas e hilos llegaron a su vida luego de conocer al que hoy es su esposo hace ocho años y que junto a su familia inculcaron en ella las artesanías.

Estudió Finanzas, pero tuvo afinidad por el arte, y su habilidad la ha llevado a posicionarse dentro del mercado. En su taller abre las puertas a madres cabeza de familia, discapacitados y otras poblaciones vulnerables. 

La Gobernación del Atlántico guarda registro de las personas que se dedican a las artesanías en los municipios. Para esta oportunidad uno de los nombres propuestos para participar en la iniciativa del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, ‘Quiero mi tienda virtual’, fue el de Cindy Vallecilla.

Fortalecen conectividad con equipos e internet