Rafael Pardo no puede hablar como antes. Pero su voz—su auténtica voz—resuena ahora con más fuerza que nunca.
Lea Shakira regresará al Show de Jimmy Fallon para empezar a celebrar los 20 años de ‘Hips Don’t Lie’
La paradoja la encierra La voz de Pardo, un videopodcast que parece un acto de ciencia ficción, pero que es profundamente humano. Diez episodios contados con una voz que ya no puede brotar por sí sola de su garganta, pero que ha sido recreada minuciosamente por inteligencia artificial (IA) para decir lo que tiene que decir: su historia, su país, su verdad.
Detrás de este milagro digital, hay una escena de amor. “Realmente ese es un proyecto que tenía el propio Rafael y su familia”, cuenta Daniel Samper Ospina, uno de los creativos detrás de la serie. “Él quería dejar unas memorias digitales del país que ha tenido que vivir y de su propia historia”.
Aquí Las lágrimas de la viuda de Omar Geles en foro festivalero
Fue entonces cuando el exministro y candidato a la presidencia en 2010 se acercó a La Escuela Digital, liderada por Juan Abel Gutiérrez y por el propio Samper. Quería una idea, una posibilidad. Incluso se barajó algo simple: que una mujer leyera sus guiones. Pero Daniel y su equipo fueron más allá: “Le propusimos que apostáramos por una herramienta de inteligencia artificial que podíamos desarrollar para recrear su voz con fidelidad”.
Y la magia empezó
Aunque Rafael aún puede hablar, su tono, su ritmo, su modulación, no eran aptos para un formato como el videopodcast. La IA, entonces, fue la solución.
Además Así se celebrará en Malambo el Día Internacional de la Danza
“La inteligencia artificial jugó un papel clave porque logramos desarrollar con el equipo de la Escuela Digital un programa hecho para este proyecto en concreto”, explica Samper. “Incluimos muchas horas de grabación de las voces de Rafael Pardo en distintos momentos de su vida, en distintas fases de su trabajo”.
El resultado fue una especie de sinfonía digital: el programa fue “promediando” esas voces para lograr una aproximación fiel. No era suficiente que sonara como él; debía ser él. Con sus pausas, sus silencios, su cadencia. Y así fue el contundente resultado.
También Estas son las estrellas internacionales que se suman al Festival Vallenato
“Logramos que la voz quedara con silencios, con cadencias y demás, como lo necesitábamos”, dice Daniel. “Pero es la gran demostración de que la inteligencia artificial no solo es una amenaza, también puede ser una oportunidad para hacer cosas buenas”.
Uno de los retos más complejos fue que esa voz aprendiera a leer con entonación. El timbre podía ser perfecto, pero sin emoción, sin ritmo, no habría alma.
Aquí El actor chino Jackie Chan recibirá el “Leopardo a la Carrera”
“Las primeras versiones fueron difíciles. El reto estaba en que el programa aprendiera a leer con entonación, a respetar la puntuación sin que se viera poco orgánico”.
El ingeniero de la Escuela Digital, experto en IA, fue quien logró que esa voz aprendiera como un niño, ensayo tras ensayo, hasta hablar con alma propia.
Lea Barranquilla vibrará al ritmo de la Uninorte Jazz Week
“Cuando uno oye todo el videopodcast”, dice Daniel, “efectivamente siente que Rafael Pardo está hablando de una manera absolutamente natural”.
Pero más allá del truco tecnológico, lo que conmueve es el gesto humano. Porque La voz de Pardo no es solo una serie de capítulos sobre política, poder o historia. Es una real historia de amor.
Más Pedro Almodóvar dice que Trump pasará a la historia como una catástrofe
“El reto narrativo y emocional consistió en ser testigos de esta especie de gesta que él mismo ha hecho”, reflexiona Samper. “Y de esa gran historia de amor que hay detrás de todo esto, en la cual las personas que a él lo quieren se lo pudieron demostrar rodeándolo en los momentos más difíciles de su vida”.
Cada capítulo del podcast fue una elección directa de Rafael. El esqueleto, la estructura, los temas, todo fue ideado por él. Hay un orden, un relato, una claridad editorial: su infancia, su paso por el poder junto a tres presidentes, la persecución a Pablo Escobar, las campañas políticas, los procesos de paz, y también sus pasiones: Santa Fe y la música. Momentos del país que él vivió y muchas veces protagonizó.
Además ‘El fiscal’, un texto de Francisco Barbosa en la FILBo
Samper lo dice con ternura: “Yo quiero invitar a todos a que vean ese primer capítulo y a apostar que no pueden terminarlo sin haber llorado. Se los quiero recomendar para que vean algo que los estimule, los re
conforte y los llene, porque al final lo que es esto es una gran historia de amor”.
Y tiene razón. Porque no es solo la historia de un hombre que quiso dejar testimonio. Es la historia de cómo una voz se resiste al silencio. De cómo la tecnología, lejos de reemplazar lo humano, puede amplificarlo. De cómo un país cabe en diez capítulos, pero también en un solo suspiro.