El Caribe a blanco y negro
El carboncillo es el mejor amigo de este artista que durante 20 años ha plasmado el arte de la Costa colombiana con un encuadre muy particular.
Gonzalo Fuenmayor, artista visual barranquillero radicado en Miami y ganador del premio EFG BANK por su presentación en varias ferias de artes en Lima, Perú; exprofesor catedrático de la Universidad Javeriana de Bogotá, ha consolidado su carrera artística desde hace 20 años. Su misión en ese recorrido, casi instintiva, ha sido mostrar el Caribe colombiano de una manera distinta, inesperada.
La Costa que refleja en sus obras no es colorida, él la ve con otros ojos y otros tonos. Así se lo contó a EL HERALDO en esta nueva edición de revista Gente Caribe. Fuenmayor también hizo un recuento de lo que ha sido su carrera y de lo que vendrá para el gremio en este 2021.
¿Por qué decidiste ser artista visual?
Desde muy niño estuve muy interesado en el arte, sin embargo cursé cinco semestres de Administración de Empresas y fue al toparme con contabilidad de costos que decidí cambiar mi rumbo. Me fui a Nueva York, donde estudié Artes Visuales y luego hice una maestría en Boston para profundizar aún más. Así llevo ya 20 años de carrera artística.
¿El ser colombiano te causó algún tipo de estigma en Estados Unidos?
Sí, de hecho mi obra habla de eso, de la transición entre ser un latino y colombiano viviendo tanto tiempo en Estados Unidos; parto de ese punto ciego. A partir de esa mezcla disonante entre la flora tropical, que aparece como elemento constante en medio de espacios Victorianos, busco cuestionar dinámicas de identidad y pertenencia. Usando siempre esa mezcla barroco-caribeña, como común denominador.
Si las obras son un reflejo de la mezcla tropical ¿por qué son a blanco y negro?
Por ser latino siempre asumían que tenía que pintar de cierta manera, entonces yo para camuflar esas expectativas empecé a hacerlo a blanco y negro. Inicié con el carboncillo y lo he seguido usando por 20 años. Este me ha ayudado a camuflar mi identidad detrás de lo monocromático y me ha permitido darle un énfasis no tanto a la forma sino a las imágenes que decido incluir en mis composiciones.
¿Pintaría en color?
He explorado el color, pero por el momento estoy enfocado en el blanco y negro. Y es a eso a lo que voy, cuando uno dice pintar, lo asocia con color y no necesariamente es así, entonces yo he ido al blanco y negro para evadir ese cliché cultural alrededor del uso del color.
¿Cómo han sido esos 20 años de carrera artística?
Han sido años de mucho esfuerzo, mucha disciplina y mucha dedicación. Siempre muy enfocado en tratar de retarme a mí mismo con todas las cosas que hago.
En un medio tan competitivo laboralmente como lo es el Arte Visual, ¿ha recibido negativas a sus obras?
Sí, de hecho yo siempre estoy aplicando a cosas y tengo un fólder donde guardo todas mis cartas desde 1998, en ellas me notifican que mi obra o yo no hemos sido admitidos o escogidos. Conservo ese fólder para mirarlas cada tanto y tener más fuerzas para seguir aplicando, y para hacer caso omiso a esos criterios, pues al final lo importante es ser fiel al proyecto de vida que uno tiene. Todo es bienvenido en este campo, es una carrera de perseverancia, sacrificio y esfuerzo.
¿Qué cree que viene para el gremio artístico en el 2021?
No sé, no sé, es una pregunta difícil. Creo que mucha incertidumbre todavía pero creo que la pandemia ha acelerado muchas cosas y eso nos ha forzado a repensar lo que hacemos, y en miras al 2021 hay que estar preparados para ser flexibles y adaptarse a nuevos retos. Yo por lo pronto estaré en Barranquilla descansando para luego volver a Miami donde tengo compromisos.