Nueva derrota del ‘Tiburón’. No hubo fútbol, ni reacción, ni remontada. Junior volvió a mostrar su peor cara anoche, al caer 2-1 ante Jaguares de Córdoba, en el estadio Metropolitano, en el partido aplazado de la segunda fecha de la Liga Águila I-2017.
Las desconcentraciones defensivas volvieron a darle dolores de cabeza al Junior y a su técnico Alberto Gamero, que vio como el rival hizo y deshizo en el área rojiblanca, aprovechando la velocidad y habilidad de sus hombres en ataque.
Cada vez que Juan Mezú, Ray Vanegas y Darwin López agarraban el balón Junior sufría y lo hacía por la pasividad de su zaga, que no logró controlar la embestida del visitante, que sorprendió en los primeros minutos del compromiso.
Fue tanta la presión felina, que logró abrir bien temprano el marcador, en los pies de Kevin Londoño. El volante recibió un boleto directo para ingresar al área, tras un fallo garrafal en la marca, y definición exquisita en el mano a mano con el arquero Sebastián Viera.
De entrada se presagiaba un partido duro, por las virtudes de un rival atrevido, que no vino a esconderse a La Arenosa, a pesar de su tridente en la primera línea de volantes, y por las falencias de un Junior que le costó reaccionar y acomodarse en los primeros 45 minutos.
Avisó Mezú con un tiro que se estrelló en el horizontal, lo intentó Vanegas, haciendo daño por el costado y probó una vez más Darwin López, pero no tuvo la claridad suficiente para finiquitar la última jugada. Junior dio ventajas y Jaguares anduvo como ‘Pedro por su casa’ en el ‘Metro’.
La etapa complementaria mostró a un visitante con personalidad, que no se dejó amedrentar y que supo liquidar las acciones, con un nuevo gol tempranero, esta vez en los pies del delantero Darwin López, quien sorprendió a Viera con un espectacular remate de media distancia, que se metió en un ángulo imposible para el arquero uruguayo.
El gol silenció el ‘Metro’ y llenó al Junior de desespero e inseguridad. Ni siquiera el tanto del descuento, obra de Roberto Ovelar, de golpe de cabeza, logró levantar la imagen de un equipo caído, sin ideas, sin claridad, desordenado, sin alma.
Junior lo intentó, pero más impulsado por el desespero que por otra cosa. El técnico Alberto Gamero movió su banco, pero ninguno de los que ingresó fue el revulsivo que necesitaba el ‘Tiburón’ para remontarle el marcador a un Jaguares que se vio superior de principio a fin.
Un nuevo traspié sufre Junior de local, un nuevo golpe a la moral, un nuevo trancazo al alma de un ‘Tiburón’ herido de muerte, que pareció reaccionar tras el triunfo 3-0 sobre Once Caldas el fin de semana anterior, pero que anoche volvió a mostrar su peor versión, esa que ha sido una constante este semestre.