El Heraldo
El técnico Julio Comesaña atendió a EL HERALDO en el hotel, un día antes del viaje del equipo a Paraguay. César Bolívar
Rincón Juniorista

“Ovelar juega porque no hay ninguno mejor que él en esa posición”

El orientador colombo–uruguayo le respondió a EL HERALDO todos los interrogantes que se hacen los hinchas.

Julio Comesaña habló de todo con EL HERALDO. De la titularidad de Ovelar, de la salida de Cuesta, de la lesión de Teófilo, del manejo que le dio la Selección a ese caso, de Yimmi Chará, a quién elogió abiertamente, y del presente del equipo en general.

El técnico colombo-uruguayo, que partió ayer con el equipo rojiblanco a Paraguay, para enfrentar el próximo martes al Cerro Porteño, por la Copa Sudamericana, respondió uno a uno la mayoría de interrogantes que se hacen los hinchas en las calles y en las redes sociales.

P.

Se viene la recta decisiva del semestre, donde el equipo se jugará su suerte en los tres frentes que tiene abiertos: Liga, Copa y Sudamericana. ¿Cómo ve al equipo para este tramo final?

R.

Decisivo han venido siendo estos partidos de Copa Águila y de Sudamericana, porque el paso a otra ronda lo hemos logrado en fases de ‘muerte directa’. Lógicamente, a medida que uno avanza la exigencia es mayor. Venimos de dos derrotas en el torneo local, con alguna dificultad en el armado del equipo por diferentes motivos, pero estamos bien, yo veo a los muchachos metidos en el cuento. Vamos paso a paso y ahora esperamos hacer un gran juego en Asunción.

P.

¿Ya consiguió el funcionamiento que quiere del equipo?

R.

La verdad, no.

P.

¿Por qué?

R.

Porque las alineaciones no son las mismas, porque no hay tiempo de trabajar. El funcionamiento que ha mostrado el equipo en varios partidos, no en todos, se ha logrado a partir de jugar juntos desde algún tiempo. Los muchachos han logrado cosas importantes en el juego, se han superado en algunos aspectos, pero aún no lo que nosotros queremos.

P.

¿Qué análisis hace de estas dos derrotas consecutivas que empañan un poco el ambiente?

R.

Se empañará afuera, dentro del grupo no. Sí hay que decir que en los comienzos de los partidos por fuera no se ha visto al mismo equipo que juega de local. Yo creo que en eso juegan mucho las emociones de la gente y los equipos, para vencer esas cosas, tienen que acostumbrarse y saber perder, entender que la derrota está dentro de lo que se puede esperar, pero hay que salir a jugar de la misma manera que acá… claro, eso no se logra de un día para otro.

P.

¿No será que al equipo lo agarró la curva descendente de rendimiento?

R.

No creo, porque ellos venían bien, lo que pasa es que nosotros veníamos sin entrenar, solo haciendo recuperación. En estos días incluimos algunos trabajos que a veces producen alguna descoordinación de los jugadores en su juego y después se necesita volver a  jugar para tomar esa coordinación. Además han estado ocurriendo otras cosas que hay que tener en cuenta, los rivales han estado buscando permanentemente bloquearnos a partir de la marca, la presión, el juego fuerte, como lo hizo Millonarios. En Manizales y Cortuluá pasó lo mismo, salieron a romper el juego de nuestro equipo en una zona determinada donde nosotros empezamos a elaborar los ataques.

P.

¿Siente que le han cogido la caída a este Junior?

R.

Están tratando de obstaculizar el juego creativo nuestro, de progresiones ofensivas, y eso es normal. Nuestra obligación ahora es buscar variantes para poder superar eso. Y eso solo se consigue con entrenamiento. Ojalá que podamos encontrar todo eso.

P.

¿Por qué el equipo cambia tanto de estilo cuando sale de Barranquilla?

R.

Si usted mira, juegan prácticamente los mismos jugadores. Lo que pasa es que de local está el empuje de la gente, hay otro ambiente, es algo normal, le pasa a la Selección también. Entonces, para superar eso hay que aprender a jugar con las emociones a favor y en contra. Si usted recuerda, el equipo del 93 era bastante parecido a este, y no era porque no tuviera fútbol, porque siempre jugaban Valenciano, ‘Pachequito’, ‘Niche’ y Valderrama… y a veces metíamos a Mackenzie por Méndez, como en la final. Pero les costaba más por fuera que de local. Con este Junior queda la sensación que afuera el equipo sale a controlar el partido, no sale a ganarlo de una, y los adversarios tampoco nos están saliendo a presionar, salen a mirar a ver qué pasa. Nosotros ahí tenemos una deuda pendiente y lo vamos a lograr, porque ya hemos hablado de este tema.

P.

¿Siente que este Junior es ‘ChaTeo-dependiente’?

R.

Teo jugó en Neiva y con Alianza Petrolera y no pudimos ganar, o sea que hemos ganado y hemos perdido con Teo. Chará siempre ha estado. Dependiente totalmente no, pero sí hay, lógicamente, una dependencia de lo que puedan hacer ambos, porque son jugadores que marcan diferencia, jugadores distintos. A favor hay que decir que Teo no ha estado en la mitad de los partidos este semestre y el equipo ha estado ahí, peleando siempre arriba.

P.

Roberto Ovelar no ha estado en el rendimiento que se le conoce. ¿Por qué no entra en las rotaciones?

R.

Porque no hay ninguno mejor que él en esa posición. Alguien que tenga una trayectoria y uno diga, ‘este es’. Ovelar es un hombre con recorrido y si no está en su mejor forma tengo que buscar ubicarlo en su mejor forma. Esto no es de ahora, él hace rato no venía en su mejor forma, ahora está mucho mejor. Ha tenido algunos problemas para definir, algunas descoordinaciones, especialmente en el último juego. En mi concepto es el mejor que tenemos en esa posición. Teo ya no juega arriba, juega más retrasado, así que el jugador ideal para Junior ahí es Ovelar.

P.

¿Usted ha escuchado las críticas que hay en torno al rendimiento del ‘Búfalo’?

R.

Las escucho permanentemente, pero escuché también críticas sobre Jarlan, escucho los pedidos permanentes que sea titular y escucho cuando lo pongo y se equivoca en dos pases o pierde una pelota y ya le estaban gritando de todo. Así pasó con Millonarios, hasta que hizo el gol de penal y ya era el ídolo de todos. Ese es el juego de las emociones, el hincha quiere ganar y se desespera, y si un jugador erra un pase o falla una ocasión lo putean, pero después cuando haga un gol la gente dirá: ‘no, Comesaña estuvo bien en dejarlo’. Yo a veces siento esa misma emoción, yo también soy un hincha, pero debo entender que el fútbol es así, acierto y error.

P.

¿Por qué se va Bernardo Cuesta?

R.

Cuesta se va porque no tenía oportunidades. Le llega una opción en un equipo y pide salir. Siendo un excelente muchacho, yo nunca tomé la decisión de sacar a Ovelar cuatro o cinco partidos para dárselos a Cuesta. Entonces, se tiene que ir o simplemente no jugará más.

P.

¿Pero por qué nunca le dio la oportunidad? ¿No le gustaba Cuesta?

R.

La verdad, no… sino lo hubiese puesto. No es que no me gustaba Cuesta, creo que sus características y su manera de jugar no encajan con el equipo. Yo no puedo salir a la cancha con Cuesta, Escalante, Jarlan, con Aguirre, Chará y con los demás que no cabecean y no saltan, que miden 1,60 o 1,62. El equipo debe tener un equilibrio. Ahora nosotros vamos a ir a jugar a Paraguay y vamos a ver cómo nos toca, porque sufre uno. El equipo puede estar haciendo un gran partido, llega un centro, cabezazo y pierde, entonces, esa derrota hace ver que no se jugó tan bien porque se perdió. Uno trata de buscar equilibrio. Repito, Cuesta no jugaba porque sus características, en mi concepto, no daban para que fuera el titular del equipo.

P.

Pero su salida, además de perder una variante, le quita competencia a Ovelar. Y si el ‘Búfalo’ se llega a lesionar, algo normal en el fútbol, ¿qué pasaría? ¿A quién colocaría en ese puesto?

R.

A otro, sencillo. Puedo poner a Teófilo en punta y vendrá otro más atrás. O puede ser Díaz, que juega por fuera pero también lo puede hacer por dentro. O quizá Juan Sebastián Herrera. Cuando Cuesta se fue, permití eso porque él me pidió salir. Uno en la vida no puede ser tan egoísta de decir: ‘no, yo a Cuesta no lo utilizo porque no encaja, pero no lo voy a soltar porque si mañana se resfría Ovelar quizá pueda necesitarlo’. Eso es hacerle daño a la gente, yo no pienso así. Si le pasa algo a uno de mis jugadores, yo tengo que buscar la forma de saber reemplazarlo con lo que hay. Es más, le digo algo, Si Teo y Ovelar no están, yo tampoco creía que Cuesta fuera a darnos las soluciones que necesitábamos. Él quizá ahora va a Huachipato y de pronto mete 25 goles, sí porque llegó al lugar que era, al fútbol que a él le ayuda, a un lugar donde marcan distinto, en fin. Ojalá le vaya bien, lo merece.

P.

Usted dice que pondría a Teo adelante si no está el ‘Búfalo’. ¿No se pierde un jugador vital en la generación?

R.

Pero y qué hacemos, ese es el tema. Recuerden que el Junior hizo la gestión por Cano. Ahí se iba a resolver lo de Cuesta. Si venía Cano tenía que salir Cuesta, pero no se pudo, no lo cedieron, se quedó en Pachuca. El club trató de prever esta situación, pero ya pasó, esperemos que no pase nada, cuidar a los jugadores y si le toca jugar a Teo de ‘9’, pues jugará.

P.

¿Cómo es Yimmi Chará como persona y como profesional?

R.

Para abrir un juicio de él como persona tengo que conocerlo más en la intimidad, tener mayor cercanía. Pero hasta el día de hoy, la sensación que me queda es que es un hombre ordenado, respetuoso, que sabe cuál es su compromiso y su responsabilidad, un hombre que está dispuesto a colaborar y a renunciar a algunas cosas en beneficio de otras por el equipo. Es un jugador de equipo y al mismo tiempo, individualmente, es un jugador capaz de desequilibrar un partido.

P.

¿Le ha sorprendido?

R.

Yo estoy gratamente sorprendido porque no es fácil encontrar jugadores y personas así. Futbolísticamente no, porque yo ya había visto a Chará en el Tolima y era una luz, un rayo, de esos jugadores que no están, pero de pronto aparecen y se acabó el partido. Chará es una persona integral, un buen profesional, un hombre sereno, respetuoso, cumple con los horarios, entrena bien, nunca está para salirse o elegir partidos, quiere estar en todos, quiere ayudar y si tiene que ir al banco, va al banco. En él no hay vanidad, no hay soberbia, no hay nada. Un muchacho sencillo y eso a mí me agrada mucho, porque pienso que le suma a todos.

P.

¿Y con Teo cómo le ha ido?

R.

Con Teo, bien. Teo es un muchacho que le ha tocado salir de aquí, andar por fuera en lugares un poco inhóspitos para cualquier persona, donde el idioma y la cultura son distintos. Vivir dentro de un clima o un entorno que puede ser agresivo, donde quizá lo intentaron maltratar por ser sudamericano, por ser negrito. Teo es un muchacho que no se deja en ese sentido y ha tenido alguna dificultad, pero acá parece estar cómodo, tranquilo. Yo no tengo problemas con nadie, el problema conmigo es cuando hacen cosas que atentan contra el equipo, ahí sí tienen un problema conmigo, Teófilo o cualquiera.

P.

¿Esta es una versión más madura de Teo?

R.

Tendría que verlo un poquito más. Él vino y ha estado un poco alejado, cuando lo echaron, cuando lo suspendieron, después vino la lesión. Su llegada generó grandísimas expectativas, hay una carga muy grande de responsabilidad sobre sus hombros, porque es muy lindo el aplauso y lo que la gente le da a uno, pero cuando hay que salir a dar respuesta y no alcanza, esa misma gente es la que te critica. Hay muchas cosas que hay que poner en la balanza para poder emitir un juicio sobre si ha madurado o no. Lo he estado observando y he tratado de ayudarle a que encuentre su lugar y disfrute de esta llegada a Junior para que nos ayude a ganar.

P.

¿Se cometió un error al dejarlo ir a la Selección sin haberse recuperado del todo del esguince de tobillo?

R.

No sé si fue un error o fuimos demasiado respetuosos. Nosotros mandamos al jugador, porque aparte hay una obligación de mandarlo, e informamos lo que tenía. Allá lo revisaron y tomaron la decisión de si podía o no jugar. En ese sentido creo que el Junior hizo las cosas bien. Yo igual pude usarlo ante el Once Caldas pero pensé, ‘la Selección tiene dos partidos importantes, Teo quiere estar allá, quiere ir al Mundial, es uno de sus sueños y yo no puedo atentar contra eso miserablemente por un resultado de un partido’, además el equipo está bien. Pero las cosas finalmente salieron mal, pasó lo que pasó, lo pusieron a jugar, no creo que le hayan querido hacer mal a nadie. La próxima habrá que tomar algunos recaudos y estar un poquito más cerca de la situación.

P.

¿Qué fue lo que pasó?

R.

Él fue a la Selección sin hacer trabajo de campo acá, así que fue en plan de recuperación. Y uno dice: ‘bueno, lo tendrán allá, quizá no juegue contra Venezuela y esperaran cómo evoluciona para el partido ante Brasil’. Seguramente el jugador también dijo que podía jugar. Ningún jugador le va a decir al entrenador, menos en un parido de esos: ‘mire, yo no puedo jugar, yo me voy’. Primero, porque el jugador quiere jugar y, segundo, porque no quiere que digan, ‘este se asustó’. Lo de la pomada o la crema que le pusieron quizá generó una reacción alérgica en la piel o es probable que la crema produzca calor y algún vendaje que le pusieron le produjo la quemadura. Había que cuidar al jugador y cuidar la situación de los equipos, porque Junior hizo una inversión muy grande para estar jugando de esta manera y ahora que más necesitamos al jugador, no está. Si no está porque se lesionó, bueno, ya eso hace parte del juego, pero no por negligencia de una parte o de la otra.

P.

¿Siente que hubo negligencia por parte del departamento médico de la Selección?

R.

Yo pienso que faltó comunicación, fundamentalmente. Porque si yo estoy en la ciudad donde actúa el jugador y yo lo recibo así como está, lo primero que hago es llamar al médico del Junior y le digo: ‘Dr. Rolong, estoy revisando a Teo y esto no me gusta, yo no lo veo en condiciones de jugar, usted qué piensa, venga y hablemos del tema para ver qué decisión tomamos’. Pero no, se fue, pasó lo que pasó, ni mandaron nada ni dijeron nada. Le echan una cosa, le hacen otra… no no no, un momentico, el jugador es de Junior, no de la Selección. No podían actuar así.

P.

¿Al club ha llegado algún comunicado de la Selección refiriéndose al caso?

R.

Inicialmente no llegó, cuando Junior reclamó y mandó una carta a la Federación, ahí sí respondieron. En la carta que mandaron simplemente explican cómo lo recibieron, la lesión que tenía jugador, lo que le hicieron y lo que pasó… nada más. Como quien dice, no hay nada que hacer. Con James se armó un lío bárbaro porque es del Bayern Munich, pero como Teo juega en el Junior no importa. Así no es.

P.

¿Por qué le ha costado tanto a Mier? ¿Se equivocó en traerlo?

R.

Yo no creo que le esté costado, se está adaptando, que es distinto. Mier es un jugador con una muy buena condición técnica, con un gran remate de media distancia, un jugador con peso futbolístico y peso físico en la cancha, de buena estatura, que nos da cosas importantes. No podemos compararlo con lo que brinda Escalante, como ya he escuchado, porque son dos jugadores distintos. Su posición, digamos, en la banda, es más complicada para él. La posición donde encuentra más participación y puede hacer cosas importantes es jugando en un tres por dentro, incluso de media punta, como lo hizo en Cali y enseguida se hizo notar. Además no ha tenido continuidad, porque el resto tampoco le ha dado chance y aquí nadie juega por ser extranjero o refuerzo. Yo a Mier lo conozco, es un jugador que cuando logre tener continuidad se va a consolidar en Junior.

P.

¿Cuál ha sido la principal razón para que David Murillo y Germán Gutiérrez, dos jugadores criticados en el pasado reciente, se hayan afianzado en la titular?

R.

Su rendimiento. En algunos momentos quizá no había mucho más y no tenían competencia y eso los afectó. Ahora que llegó Piedrahita y Yonatan Murillo sintieron que ahora sí tienen que competir, que mostrarse, tienen que dar lo mejor, y se han pellizcado. Eso nos alegra mucho, porque son muchachos que vienen del club.

P.

¿Cómo ve el panorama en la defensa tras la lesión de Jefferson Gómez?

R.

Los defensas han sido jugadores sin competencia. Arias no era titular en el Medellín, vino, se lastimó y estuvo casi dos meses por fuera. Volvió, le dimos minutos y ya ha encontrado un ritmo de juego. Ávila, que había jugado poco en general, lo ha hecho muy bien, es un jugador muy sereno, que entiende bien el juego. Pérez es un derecho que se siente más cómodo por izquierda. Estamos tratando de encontrar esas parejas que se complementen bien. Duele perder a Jefferson, por el gran momento que vivía, pero creo que tenemos buenos elementos en defensa.

P.

Viera es el titular y pasa por un gran momento. Pero en el banco hay otro gran arquero como Chunga, que pareciera merecer más minutos. ¿Se es injusto con él?

R.

Yo muchas veces he hablado con Chunga, no ahora, hace años… y cada vez que vuelvo lo encuentro acá de suplente. Entonces, es un problema de Chunga, no es un problema mío, ni de los entrenadores que han pasado. Cuando decidieron traer a Viera, ¿por qué no le dieron la oportunidad a Chunga? Si yo estoy en el Junior y traen a un arquero extranjero al club, y yo considero que estoy listo para ser arquero del Junior, yo me voy. Les digo, ‘señores acepto todo, entiendo todo, pero búsquenme un club, yo quiero atajar, yo no me quedo’. Si se queda es porque entiende que debe seguir aprendiendo y que tiene todavía un tiempo más para seguir de suplente. Esto lo digo públicamente porque se lo he dicho a Chunga 10 veces. Cómo hago yo para atajar cuando el arquero titular no me deja ni medio minuto, porque ataja bien, por anda bien, cuida supuesto profesionalmente como lo hace Viera. Yo tengo que irme. El día que Viera se vaya, yo creo que chunga tiene que atajar.

P.

¿Usted también ve al Junior favorito para pelear los tres títulos este semestre?

R.

Sí, somos candidatos, sin ninguna duda, no le vamos a quitar el cuerpo a eso. Pero yo quiero llegar a la final para después hablar de campeonato, antes no. Mi deseo es estar en las finales de los tres torneos.

P.

O sea que la Copa también se volvió una prioridad, porque en un principio dio a entender que no…

R.

La prioridad es la Liga y la Sudamericana, y en un tercer plano la Copa. Objetivos, son los tres. Lo que pasa es que en su momento yo miraba el calendario y decía: ‘bueno, nosotros seguimos avanzando y va a llegar un momento en que vamos a tener que enfrentar con dos equipos diferentes algún compromiso importante en instancias finales’. Entonces yo me preguntaba: ‘para qué desgastarse tanto en un torneo en el que si avanzamos no vanos a tener la posibilidad de jugarlo con toda la pesada’. Pero van llegando los partidos y viene Once Caldas y viene Millonarios y uno se emociona (risas). Vamos paso a paso, cada partido trae su afán, no es fácil estar atendiendo todo, pero lo vamos a intentar.

P.

Hay dos jugadores que ni sombra ellos: Juan Camilo Roa y Yony González. ¿Qué les pasa?

R.

Esa pregunta se las he formulado varias veces a ellos y les digo, les va tocar jugar, así que deben estar listos. Roa ha estado siempre bien en su trabajo, Yony me da la impresión a mí que es un jugador con muy buenas condiciones, con muy buen biotipo, que juega por las bandas, pero tiene que sintonizarse con el estilo de juego del equipo. Ambos tienen que buscar la oportunidad, deben meterse en el cuento, buscar un cupo, buscar un lugar. Ambos me deben contagiar, deben motivarme. Que me digan: ‘escúcheme, hermano, míreme, no me ve, si no me ve póngase gafas, mire cómo estoy, yo le ayudo aquí al equipo’, que me digan esas cosas con su juego. Uno se da cuenta cuando el jugador está fino y también se da cuenta cuando está en un bajón, cuando está descoordinado.

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