Triunfo in extremis, triunfo trabajado, luchado y sufrido. Triunfo esperanzador. Junior se sacudió —¡por fin!— en los cuadrangulares semifinales de la Liga, al vencer anoche 2-1 a Millonarios, en el Metropolitano, y meterse nuevamente en la pelea por el cupo a la final.
Cuando todos daban por muerto al ‘Tiburón’, Carmelo Valencia, en el tiempo de reposición, frenó la euforia embajadora —y también verdolaga— con un tanto que puso a delirar a las aproximadamente 15 mil almas que se congregaron anoche en el ‘Coloso de la Ciudadela’ para animar a los rojiblancos.
Sí, Carmelo, el interminable, el que espera pacientemente su oportunidad —porque sabe que por encima de él están Miguel Borja y Fernando Uribe—, le dio una nueva alegría al Junior, haciendo olvidar, por un instante, los goles errados por Borja, el fallo garrafal de Arias, que propició el empate parcial, y el tanto de Jader Valencia, a los 89’, que había enmudecido el ‘Metro’.
Junior está vivo y con ganas de seguir peleando. Ante Millonarios vimos a un equipo rojiblanco que, si bien no fue una marea de buen fútbol, mostró gallardía, hambre y ganas de levantarse y pelear.
El técnico Juan Cruz Real ‘pateó’ el tablero y movió el equipo en un momento en el que se necesitaba. Sacó a Yesus Cabrera y Albornoz para darle ingreso a Esparragoza y Sambueza. Dos cambios claves, porque el juvenil y el argentino fueron piezas fundamentales en el triunfo rojiblanco.
Con los cambios de nombres también hubo cambio posicional. Junior pasó de un 4-2-3-1 a un 4-3-2-1. Los rojiblancos ganaron equilibrio en el medio, seguridad y salida por las bandas, porque Gabriel Fuentes y Walmer Pacheco, especialmente este último, tuvieron más espacios y respaldo para explotar los costados.
Por ahí llegó rápidamente el gol que abrió el marcador. Arias le mete un cambio de frente a Pacheco, este se la sirve a Sambueza, para que el argentino dejara mano a mano al ‘Cariaco’, que definió cruzado, dejando sin opciones al guajiro Álvaro Montero.
El tanto frenó el ímpetu de Millonarios, que en los primeros 10 minutos había salido a buscar el partido, pero el gol lo dejó en shock y a merced de su rival, que no tuvo la puntería adecuada para darle la estocada final.
Con el marcador y el partido a su favor, vinieron los fallos, los goles anulados, las opciones desperdiciadas. Fuentes y Didier Moreno vieron como el línea les ahogaba el grito de gol con dos banderazos bien dados por fuera de lugar. Y Borja, que no pasa por su mejor momento, volvió a verse impreciso y poco eficaz, fallando un mano a mano con Montero, resbalándose antes del remate.
Junior pudo acabar el partido en los primeros 45 minutos, pero nuevamente falló en la definición.
La etapa complementaria mostró más de lo mismo. El mismo Junior dominador, pero que no concretaba, y el mismo Borja ineficaz, que falló increíblemente otro mano a mano, aprovechando un rebote y estrellando su remate en la humanidad del cancerbero embajador.
La desesperación comenzaba a apoderarse del público. Los minutos pasaban y Junior no cerraba el partido. Millonarios, tranquilo, esperaba su oportunidad, sabiendo que por lo menos una le iba a quedar y debía aprovecharla. Sin embargo, Dany Rosero, la figura de la defensa rojiblanca, impedía cualquier asomo embajador.
Hasta que llegó el error defensivo por partido de Junior. Esta vez el protagonista fue Jorge Arias, que hacía un buen partido, pero por poco termina crucificado. El vallenato, en un intento por salir jugando, se resbaló y le dejó servido el balón a un rival, que dejó mano a mano Jader Valencia, para que el delantero definiera con frialdad, ante la salida del arquero Sebastián Viera.
Silencio en el ‘Metro’. Volvieron todos los fantasmas de los duelos anteriores. La eliminación rondaba los alrededores del ‘Coloso de la Ciudadela’, que veía el lamento del hincha y de los jugadores rojiblancos, que no podían creer lo que estaba pasando en el gramado. Pero la última palabra no se había dado y estaba en boca de Carmelo Valencia.
‘Tutunendo’, que entró en los minutos finales por Borja, aprovechó que Millonarios aún ‘celebraba’ el empate y, en el tiempo de reposición (93’), sacó un remate cruzado, luego de agarrar un rebote, para que Montero viera como lentamente la pelota se metía al fondo de la red, para júbilo de la afición rojiblanca.
Triunfo del ‘Tiburón’, que sigue vivo y con ganas de seguir dando la pelea por el ansiado cupo a la final.