Compartir:

Jéfferson Gómez vive y disfruta su sueño de niño. Para este barranquillero es difícil describir la sensación que experimentó cuando se puso la camiseta del Junior y realizó su primer entrenamiento. El joven defensa central de 20 años partió a Medellín a los 14 años, allá se terminó de formar y en Envigado pudo mostrar su clase como zaguero.

Su acento es netamente paisa, pero no se olvida que comenzó en la cancha del barrio La Magdalena y que en la Escuela Barranquillera comenzó a vivir la pasión por el fútbol. Gómez está de vuelta en su casa, ahora más maduro y prestó a darle al Junior toda esa seguridad en la defensa.

'Es un orgullo llegar al club, estoy muy feliz. Se viven cosas diferentes en los entrenamientos. He caído bien. Los compañeros me han recibido con cariño y esperemos que empiece el torneo para ir demostrándole al profe que estoy para el primer nivel', apuntó el nuevo hombre de la defensa tiburona.

Gómez sabe que la exigencia en Junior es mayor. Está agradecido por lo que aprendió en Envigado, pero reconoce que las cosas en Barranquilla son a otro precio y que el reto es mayor. 'Junior no es Envigado, acá hay que tener más responsabilidad. Acá reaccionan cuando uno sale jugando y las cosas no salen, entonces hay que tener responsabilidad en esa parte. Se nota la diferencia de un club a otro. En la forma en cómo se trabaja. El profe trabaja diferente', agregó el jugador que mide 1.84 metros de estatura.

Jéfferson no se siente el dueño del puesto, elogia las virtudes de sus otros compañeros en la defensa y considera que el trabajo en los entrenamientos es el que decidirá quién será el encargado de darle solidez a la zaga. 'Aquí hay compañeros con buenas condiciones como Arias, Rafa Pérez, Deivy Balanta, entonces la competencia es buena y en los entrenamientos hay que demostrarle al profe quien está para ser titular', apuntó.

Jéfferson Gómez vive su sueño rojiblanco, desea que pronto comience la competencia para demostrar sus virtudes como defensa central.