Compartir:

Desde anteayer, el ochenta por ciento de las actividades académicas y administrativas de la Universidad de Córdoba (Unicor) andan a media máquina.

Unos ocho mil estudiantes no ingresan a clases en las sedes del alma mater en Montería, Lorica y Berástegui (Ciénaga de Oro). Ello por la protesta que a nivel nacional convocaron las veinticuatro universidades de Colombia, en rechazo al proyecto de ley modificatorio de la Ley 30 que regula la educación superior en el país.

En atención a la convocatoria, los universitarios permanecen plantados en la puerta de Unicor. También en la extensa alameda los escritorios que llenan los salones, sirven como mesas de ajedrez y dominó. Los frondosos troncos de laurel y palmeras, como colgaderos de hamacas, para los cambios de turno establecidos entre los manifestantes.

Según Manuel Viloria, vocero del grupo de estudiantes apostados en la protesta, más del 80 por ciento del estudiantado está por fuera de las aulas. Aseguró que también algunos profesores llegan a cumplir, pues devengan por servicio prestado.

“Aquí permaneceremos el tiempo que sea necesario, el Gobierno no nos ha escuchado que ese proyecto es el cierre de las universidades para los pobres”, declaró el vocero.

Dicho proyecto, anunciado desde la legislatura pasada por el Gobierno Nacional, fue radicado esta semana ante el Congreso de la República. Desde su anuncio, los movimientos estudiantiles, que incluye profesores; tendencias políticas opositoras al Gobierno Santos y hasta centrales obreras, manifestaron su rechazo al que consideran la lápida a la educación superior pública en Colombia.

Entre los más enconados críticos opositores, el Senador del Polo, Jorge Robledo, se atrevió a afirmar, entre otras voces, que el acto modificatorio de la Ley 30 sería darle paso a la privatización de las universidades públicas.

Que lo retiren
grueso grupo de estudiantes manifestantes de la Unicor exigió el retiro inmediato de la iniciativa de ley. Ayer en la tarde procedieron a bloquear la vía Montería-Cereté.