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Dos propuestas se lanzaron en la sala plena de la Corte Suprema de Justicia para tratar de destrabar el lío de la elección de los siete magistrados que faltan en el alto tribunal.

La primera propuesta es que las votaciones en el pleno de la corporación se hagan públicas para que se sepa quién vota por quién y de esta manera intentar un consenso entre los togados.

El segundo planteamiento, que provino de la Sala Penal, tiene que ver con una reforma al reglamento para bajar el 'quorum' decisorio de 16 a 10 votos.

Esto porque el máximo tribunal de la justicia ordinaria tiene actualmente 16 magistrados, número que precisamente constituye el mínimo de votos para que una decisión sea tomada en la corporación.

El lío es que el próximo 27 de febrero saldría de la Corte, por cumplimiento de su periodo constitucional de ocho años, el magistrado Ariel Salazar, con lo que el alto tribunal quedaría sin poder decisorio en su sala plena.

De lo contrario, la corporación, al verse con 15 togados, se vería abocada a pedirle al presidente Iván Duque que ordene mediante acto administrativo la modificación del reglamento del alto tribunal.

Por ahora, estas propuestas se someterían a votación la próxima semana en la sala plena, a ver si hay humo blanco sobre alguna de las dos, y sobre la conformación de la totalidad de la Corte.

Hace un par de días se conoció una carta del magistrado Salazar dirigida a la sala plena, en la que advertía que tras 37 rondas de votaciones en un año para tratar de llenar las vacantes en la Corte 'es mejor dejar una Corte sin 'quorum' que dejarla mal conformada'.

El togado de la Sala Civil respondía en la misiva a un comunicado de la Sala Penal del alto tribunal en la que esta aseguraba que los seis magistrados que actualmente conforman la célula -son nueve en total pero hay tres vacantes- ya tienen a sus tres candidatos, elegidos de manera unánime, con el fin de evitar perder el 'quorum' para tomar decisiones: Fabio Ospitia, Gerson Chaverra y Hugo Quintero.

La Sala Penal, en el comunicado, les pedía a las salas Laboral -con tres vacantes- y Civil -con una- el apoyo para sus candidatos, y a cambio los togados de dicha sala se comprometían a respaldar a los postulados que las otras salas presentaran para cada una de sus células.

Salazar les contesta entonces que coincide en que es agobiante 'la vergonzosa situación que tendría que afrontar la honorable Corte con la desintegración del 'quorum' electoral'.

Y reitera el togado la necesidad de hacer una juiciosa selección de hojas de vida para llenar las sillas vacías de la corporación, a la mayor brevedad posible, 'teniendo en cuenta sus antecedentes académicos y profesionales, sin omitir la consideración de su buen nombre'.