Aunque el gobierno del presidente Gustavo Petro apenas está prendiendo motores, lo cierto es que la grave situación que atraviesa la región Caribe, desde La Guajira hasta la Mojana, pasando por Cesar, Magdalena y Atlántico, no da espera y requiere de su atención inmediata. Ya está bueno de discursos. Cada día que pasa sin encontrar solución a la crisis, significa –por desgracia– más niños muertos por desnutrición, más damnificados hambrientos, más campesinos desplazados y más líderes sociales asesinados.