El debate de moción de censura a la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, en la Cámara de Representantes, se convirtió en la primera prueba de fuego para la oposición al gobierno de Gustavo Petro. Los anuncios desacertados de la funcionaria, su evidente desconocimiento de la cartera bajo su cargo y su falta de liderazgo en un sector fundamental para la economía nacional, llevó a 35 representantes a la Cámara a citarla para hacerle un debate de control político, que podría terminar con su dimisión al cargo. Su suerte se definirá este martes, cuando los representantes voten la moción de censura.
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En un gabinete sin mayor brillo, donde no hay figuras sobresalientes, ni descollantes, Vélez se ha destacado por sus frases inoportunas y por generar ruido en los mercados con cada una de sus afirmaciones, hasta el punto de que varios de los congresistas citantes al debate la señalan de generar 'pánico económico'.
Desde sus primeras declaraciones en las que anunció que durante este gobierno no habría más contratos de exploración y explotación de petróleo y gas, Vélez ha comprometido seriamente la estabilidad del sector más importante de la economía nacional. Sus afirmaciones sobre el 'decrecimiento de la economía', justo en momentos en que Colombia necesita ampliar su oferta exportadora de hidrocarburos para poder disponer de mayores recursos, así como su manifiesto interés en importar gas de Venezuela, comprometiendo la soberanía energética del país, pusieron a la ministra Vélez en la picota pública.
Ante la arremetida de la oposición, que 'quiere comer ministra', el propio presidente Gustavo Petro salió en defensa de su funcionaria y en un trino que escribió el mismo día del debate destacó la gestión de Vélez: 'La tarifa eléctrica comparada entre el mes de octubre y septiembre bajó un 2 %. Así se comportó por regiones y por estratos. Buen trabajo de la ministra de Energía, Irene Vélez', escribió Petro en Twitter.
La felicitación de Petro tiene que ver con la disminución de las tarifas de energía en el país, después de varios meses de crecimiento constante. La ministra Vélez asumió el compromiso de buscar acuerdos tanto con las generadoras como con las comercializadoras de energía que permitan la disminución de las tarifas. Aunque en realidad se trata de una disminución 'simbólica' de apenas el 2 % de las tarifas, luego de crecer hasta un 20 %, el solo hecho de haber frenado la tendencia alcista ameritaba un reconocimiento presidencial.
Sobre el futuro de Vélez –que se definirá este martes– es muy probable que en lugar de salir debilitada, hasta el punto de verse obligada a dimitir, la ministra de Minas y Energía salga fortalecida. Ello es así porque no solo se trata de un gobierno que apenas está prendiendo motores y de un presidente con amplia popularidad, sino porque cuenta con las mayorías en la Cámara de Representantes.
A ello se suma el hecho de que la oposición no ha logrado diseñar, ni consolidar una estrategia que le permita ser mucho más eficaz en sus críticas al gobierno de Petro.
Está demostrado que el ruido en las redes sociales no es suficiente si no está acompañado de conocimiento y profundidad en los debates por parte de los congresistas que integran la oposición. Una cosa es una 'pelea de perros y gatos' en Twitter, con insultos y calumnias de todo tipo, y otro asunto bien distinto es un debate de control político contra un funcionario del Gobierno, como es el caso de la ministra Vélez.
Pero al debate de moción de censura a la ministra Vélez también evidenció las graves falencias que tiene la oposición en el Congreso. No solo se trata de carencia de estrategias, sino también de figuras con capacidad de convocatoria para movilizar no solo al Congreso, sino al país. No hay en la oposición parlamentaria un 'Petro' o un 'Uribe', que toquen fibras y muevan sentimientos. Una oposición efectiva requiere mucho más que insultos y gritos.
¿Qué está pasando con la oposición en estos momentos? ¿Dónde están las figuras de la oposición?