El Centro Democrático reiteró este martes en un comunicado que votará no a la polémica consulta popular del gobierno del presidente Gustavo Petro, que se empezará a debatir este mismo martes en la plenaria del Senado.
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Para el uribismo se trata de una “consulta populista” y de “una amenaza para el empleo, la competitividad y el tejido empresarial del país”.
Asegura también la colectividad opositora que desde sus toldas presentan “propuestas mejores para el trabajador, para el empresario, para el empleo y para el país”.
Esta postura de votar no a la controvertida iniciativa del petrismo, sostiene el CD, se da “atendiendo el clamor de los pequeños y medianos empresarios, de los trabajadores informales y de los generadores de empleo en Colombia”.
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Enumera acto seguido el partido que si voto por el no contra la consulta popular es porque destruye empleo en lugar de generarlo: “Lejos de solucionar los problemas del mercado laboral, la consulta impone medidas rígidas que hacen inviable la contratación formal. En un país donde solo 10 millones de personas cotizan efectivamente a pensión de un total de 25 millones de afiliados, seguir encareciendo el empleo es una irresponsabilidad”.
Añaden que la consulta ignora el verdadero problema: la informalidad. Y detallan que más del 75 % de los colombianos no logra pensionarse, según cifras de Asofondos: “¿Qué sentido tiene una reforma que no atiende la informalidad laboral masiva y que no incorpora soluciones reales para millones de personas que hoy trabajan sin derechos ni seguridad?”.
Señala además el Centro Democrático que votará no al mecanismo de participación porque tendría un impacto devastador en el empleo formal. Según Fedesarrollo, de aprobarse las propuestas que se buscan impulsar vía consulta, el costo de nómina de los pequeños establecimientos comerciales aumentaría un 10 %, lo que provocaría una pérdida estimada de 451.000 empleos y un aumento de la informalidad en al menos 2%. Es una propuesta que encarece el empleo, desincentiva la formalización y castiga a quienes hoy generan trabajo.
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“Porque golpea a los pequeños y medianos empresarios. La carga que la consulta busca imponer no afectará tan fuertemente a las grandes empresas: la pagarán los pequeños negocios, las tiendas de barrio, los talleres, los micronegocios que hoy sostienen la economía en los territorios”, concluye.
Y hace el uribismo una serie de propuestas para mejorar los temas laborales en el país: Que se respete el derecho de elección de los contratistas y se fortalezca la libertad de empresa con estrictas medidas de vigilancia y control por parte del Ministerio del Trabajo para evitar la vulneración de derechos laborales.
También plantea “mejores y mayores medidas de control por parte del Ministerio del Trabajo, para evitar el uso fraudulento de vinculación laboral con respeto y garantía de los derechos laborales de los trabajadores y su libertad de contratación, empresa y profesión”.
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Así mismo, que se respete y garantice el derecho fundamental a la libertad de elección y la libre negociación laboral, que sea el trabajador quien elija libremente si se sindicaliza o no, pero no obligarlo como lo propone la reforma al eliminar el pacto colectivo.
“Una ley estatutaria que señale el rumbo de la contratación en Colombia, haciendo primar el derecho al trabajo no solo como derecho sino como obligación social y del Estado, que valore las nuevas formas de negocios y de contratación, que respete la libertad de las personas, y ponga a remar para el mismo sentido al empleador y al trabajador”, añade el CD.
Y proponen del mismo modo una prima adicional por productividad de 15 días de salario, para empleadores de sectores que crezcan al 4 % o más al año, seguridad social para los colaboradores de plataformas de reparto sin que se cree una relación laboral (que se pagará 70 % por plataforma y 30 % por operador) y reducción de la jornada laboral de 48 a 42 horas a la semana.