Ojo con el poder para instigar en las redes sociales
Después se quiso apagar un incendio con un fósforo. Las explicaciones que pudieron ofrecerse de manera personal y directa entre los implicados en el episodio se dieron, otra vez, a través de las mismas redes sociales que encendieron la polémica. Y ahí se vino más combustible a una discusión que terminó con un negocio vandalizado y cerrado, aquello de la justicia por mano propia. No hubo perdedores ni ganadores.