Para la celebración de los 100 años de la aviación en nuestro país se cometió la omisión de desconocer de manera particular, especialmente en los artículos de prensa publicados la pasada semana, los valiosos esfuerzos de los cuatro costeños (nacidos en Barranquilla y Santa Marta), que además de Ernesto Cortissoz y de los emprendedores alemanes (Kämmerer, Tietjen y Hosie) conforman el grupo de los ocho fundadores de la Sociedad Colombo Alemana Scadta y que contribuyeron a impulsar su desarrollo, como lo fueron Aristides Noguera, Cristóbal Restrepo, Rafael M. Palacio y Jacobo Álvarez-Correa. La excesiva publicidad alrededor de la llegada y participación en los actos conmemorativos del señor Knox Martin Jr., hijo del primer piloto que sobrevoló estas tierras, si bien es justa dada la importancia del aporte de su padre, no justifica ni guarda proporción con el olvido de quienes hicieron posible que este al final pudiera volar y pasar a la historia.
Por otro lado, nadie puede negar la relevancia que tuvo Ernesto Cortissoz en el nacimiento de la aviación en Colombia, pero resulta desconsiderado que en los medios solo haya aparecido su nombre, minimizando al resto del grupo y dibujándolo a él casi como el único gestor y músculo de esta gran empresa, hecho que no solamente no corresponde a la realidad histórica, sino que además demerita la importancia y el papel protagónico de ilustres costeños que con su fe, su entereza y sus fondos hicieron posible esa realidad.
A quienes somos descendientes de tan prominentes ciudadanos nos sorprende y nos entristece no solamente esta omisión imperdonable, sino que además en los actos conmemorativos no se haya tenido en cuenta a todos los que residimos en esta ciudad para también exaltar sus memorias en un momento tan significativo. A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César.
María Clara Noguera Angarita
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