¡Una palabra con tan solo seis letras que encierra toda una eternidad! ¡Allí radica su importancia! Pero, ¿qué es el tiempo? En la antigüedad se pensó en el tiempo como una secuencia, ya que siempre fluía, era constante e inmutable, pero dado al avance de la Física se ha demostrado que el espacio en sí está siendo retorcido y curvado por la materia y la energía, y el tiempo transcurre a velocidades diferentes dependiendo del movimiento de un observador y de la fuerza de gravedad que ‘tira’ de él.
¿Somos conscientes en realidad de qué estamos haciendo con él? Este regalo valioso nos da la oportunidad de empezar todos los días, pero en el trascurrir se ha convertido en una rutina, ¡no lo observamos! ¡Lo dejamos pasar! ¡Pensando quizás que es recuperable! Que se está guardando en una botella, que cuando quiera se puede usar de nuevo, ¡vagas ilusiones!
¿Cuánto vale tu tiempo? Diariamente cambiamos tiempo por dinero en la vida laboral, y en esa operación matemática, la gran mayoría presenta saldos en rojo, siendo la contraparte la que consume tu mayor recurso.
En casos más drásticos, otros se hacen ricos con tu tiempo y, lo peor, sin pagar un solo peso. ¿Cuándo ocurre esto? Cuando se pasa horas y horas inmerso en los mayores distractores de la humanidad: la televisión e Internet, restándole horas a tu vida, en vez de añadirle vida a tus horas, que sería lo mejor.
En otros casos, cuando en vez de prestarles atención a la vida y a los sueños personales se anda más interesado en malgastar el tiempo en la vida y en los sueños de otros y no propiamente para hacer favores. Es importante comprender que el tiempo que se gasta pensando en los sueños de los demás es tiempo que se pierde en invertirles a los propios.
¡¡Somos unos ladrones!! Sí, de nuestra propia vida, pasamos robándole tiempo a las cosas que realmente importan y que son fundamentales para nuestro crecimiento y desarrollo, muchos presentan como excusa ante la ausencia el hecho de estar “ocupados”, y a través de sus lentes lo miran como un gran logro, sin darse cuenta en realidad los momentos que están perdiendo, pero como dijo Thoreau, en su libro Walden: “No basta con estar ocupados, las hormigas también lo están. La cuestión es qué te mantiene tan ocupado”.
Es importante comprender que debemos gestionar nuestro tiempo; cuando se hace gestionamos la vida, es esa semilla que florece, es ese instante dado por el Creador para ser aprovechado. Sé diligente, invierte sabiamente cada minuto de tu vida, piensa que un día de estos puede ser el último.
¿Hasta cuándo vas a permitir que esto suceda?
“Si cada vez que otros usan nuestro tiempo y nos retribuyera por eso, seríamos millonarios”
Hilda María Sierra
hildasierra7@hotmail.com