
Las marchas convocadas por centrales de trabajadores para celebrar hoy su día, terminaron en algunas ciudades con disturbios, vitrinas y papeleras destrozados, así como cajeros de bancos, y enfrentamientos con la policía.
En Bogotá estos desórdenes comenzaron a escasas calles de la Plaza de Bolívar, cuando jóvenes encapuchados comenzaron a lanzar piedras, palos y "papas-bombas" a la policía que custodiaba la manifestación y que respondió cargando y lanzando gases lacrimógenos.
Aun así, la manifestación continuó y llegó a alcanzar su destino final, pero los incidentes persistieron durante más de una hora, inclusive en la Plaza de Bolívar, que finalmente acabó por ser desalojada.
Los altercados dejaron un número de heridos aún sin confirmar, algunas personas aturdidas por las "papas-bomba", las vitrinas de varios bancos y comercios reventados, y algunas papeleras quemadas.
En la Plaza Bolívar se encuentra el Congreso, el Palacio de Justicia, la Alcaldía y la Catedral de Bogotá, y está localizada a pocos metros la Casa de Nariño.
"Es triste ver que la Policía haya desplegado su fuerza contra todos los manifestantes, en vez de proteger a los marchantes del grupo de anarquistas", dijo a periodistas Clara López, presidenta del Polo Democrático Alternativo (PDA).
En Medellín y en Cali también se registraron algunos incidentes menores con la policía, aunque sin consecuencias lamentables, mientras en Bucaramanga culminó la marcha también con detonaciones de "papas bomba" y daños en algunos locales comerciales.
Las centrales obreras subrayaron en las manifestaciones los requerimientos del gobierno de Estados Unidos para la firma del TLC con Colombia, relacionados con mayores garantías laborales y sindicales.
Los trabajadores colombianos también exigieron mejores condiciones laborales y salarios.
Unas horas antes de las marchas callejeras, el presidente, Juan Manuel Santos, reiteró su compromiso con los trabajadores del país y dijo que es prioritario en su Gobierno el mantenimiento de la dignidad y la calidad de vida de estos, partiendo para ello de un diálogo constructivo.
"Nuestro compromiso como gobierno es con el diálogo, un diálogo directo y eficiente con sindicatos y organizaciones sociales y, sobretodo, con la protección de la dignidad y la calidad de vida de los trabajadores", señaló Santos en un mensaje con motivo del Día Internacional del Trabajo.
Añadió que su gobierno, además, está "convencido de la necesidad de tener una clase trabajadora bien remunerada". EFE