
Francia aprueba la sedación terminal y descarta la eutanasia
La ley quiere evitar el sufrimiento en pacientes terminales.
París. Francia aprobó ayer una nueva “ley de final de la vida” que permite la sedación profunda para evitar el sufrimiento en enfermos terminales, pero que prohíbe la ayuda activa para morir a través de la eutanasia o del suicidio asistido.
La ley obligará a los médicos a aplicar la “sedación profunda y continua” a un paciente en fase terminal que lo solicite, definido como aquel con una “afección grave e incurable” con “pronóstico vital comprometido a corto plazo” y con un cuadro médico de “sufrimiento que resiste a los tratamientos”.
Los facultativos le retirarán así los medicamentos que le mantienen vivo artificialmente así como la nutrición y la hidratación, mientras que le seguirán administrando analgésicos para evitar que sienta dolor hasta la muerte.
Ese derecho ya existe en los centros médicos franceses, pero a partir de ahora se aplicará de manera “general y homogénea” y se le otorgará al paciente la última palabra.
la ley. El doctor deberá respetar su voluntad, redactada previamente, o la de una persona de confianza designada también de forma previa y por escrito por el enfermo. La función de ese delegado no tendrá fecha de caducidad y su decisión prevalecerá sobre cualquier otra opinión, mientras que hasta ahora el médico disponía de la última palabra a la hora de decretar la sedación profunda. Esta es una de las grandes reformas sociales del mandato de François Hollande.