Un tribunal de Gera, en el este de Alemania, condenó este jueves a cadena perpetua a un hombre de 47 años por hallarle culpable de haber rociado de gasolina a su esposa y haberle prendido fuego en un tranvía de esa ciudad el pasado marzo.
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La mujer, de entonces 46 años, resultó herida grave con quemaduras de tercer grado en la cara, el cuello y el torso y tuvo que ser transportada en helicóptero al hospital, donde permaneció ingresada durante varios meses.
El Tribunal de Gera halló a su esposo culpable de un intento de asesinato por bajos motivos, según un comunicado difundido a los medios, ya que en su opinión la víctima no tenía derecho a llevar una vida independiente.
“Además cometió el acto porque a través de la separación que se había producido se sentía herido en su orgullo como hombre y como georgiano”, argumentó el tribunal, que también vio cumplidos los criterios para otros agravantes como la alevosía y el ensañamiento.
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La sentencia todavía no ha entrado en vigor y puede ser recurrida por el condenado, que permanece en prisión provisional desde que se produjeron los hechos, el pasado 16 de marzo.
De acuerdo con los medios de comunicación, el agresor deberá además pagar una indemnización de 75.000 euros a la víctima.
El ataque causó conmoción al producirse dentro de un tranvía en movimiento, cuyos pasajeros consiguieron detener el vehículo pulsando el botón de alarma, momento que el perpetrador aprovechó para darse a la fuga mientras que el conductor acudió a rociar a la víctima con un extintor para apagar el fuego.
La policía pidió la ayuda de los ciudadanos para localizar al agresor, que al día siguiente acabó por entregarse en una comisaría.





















