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La Fiscalía de París confirmó este martes cuatro nuevas detenciones, dos hombres y dos mujeres, dentro de la investigación por el robo cometido en el Museo del Louvre el pasado 19 de octubre, en el que se sustrajeron ocho valiosas joyas que aún no han podido ser recuperadas.

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La confirmación se produjo pocos minutos después de que la prensa francesa filtrara que se había producido el arresto de un hombre al que se le atribuye ser el cuarto y último integrante del comando que perpetró el robo en la Galería de Apolo, pues sus otros tres compañeros ya habían sido detenidos en las semanas precedentes.

En cuanto a las nuevas detenciones, la Fiscalía de París indicó en un comunicado que los dos hombres tienen 38 y 39 años, las dos mujeres, 31 y 40 años y todos ellos son originarios de la región de París.

“Estas personas deben ser interrogadas por los investigadores”, indicó la fiscal Laure Beccuau, quien también precisó que no se dará más información sobre los cargos imputados hasta el final de su detención preventiva.

Recordó que ya hay otras cuatro personas imputadas dentro de este caso, del que se encargan la Brigada de Represión de bandas organizadas de París (BRB, por sus siglas en francés) y la Oficina Central de Lucha contra el Tráfico de Bienes Culturales (OCBC).

Los primeros arrestos se produjeron el 25 de octubre, después de que uno de los presuntos autores materiales del robo fuera interceptado en el aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle cuando trataba de abandonar Francia en dirección a Argelia.

A raíz de esa pesquisa se realizó una segunda detención esa misma noche, en este caso en la zona de Seine-Saint-Denis, también de un presunto integrante del comando de ladrones.

Según la prensa, el ADN que los investigadores encontraron en la escena del robo fue crucial para la identificación de los dos hombres, que ya estaban en el radar de la policía por actividades delictivas previas.

A ambos, de 35 y 39 años, se les acusa de robo en banda organizada y asociación de malhechores para la preparación de crímenes y delitos, castigados con diez años de prisión.

El 29 de octubre se produjeron cinco nuevas detenciones provisionales, de las cuales dos terminaron en imputaciones.

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Se trató de un tercer hombre, de 37 años, también presunto integrante del comando, acusado de los mismos cargos, y de una mujer de 38 a la que se imputa un delito de complicidad en el robo y asociación de malhechores.

Sin noticias de las joyas robadas

Las joyas sustraídas están valoradas económicamente en 88 millones de euros, aunque su valor patrimonial es incalculable, y uno de los principales temores en Francia es que puedan haber sido separadas por piezas.

Además de esa pérdida, el robo desató una fuerte crisis de imagen para el museo más visitado del mundo (con casi 9 millones de visitantes anuales) por las deficiencias de su dispositivo de seguridad.

El Gobierno francés admitió después, a raíz de los informes técnicos realizados tras el robo, una “subestimación crónica” de los riesgos de incursión por parte esta importante institución nacional.

Incluso un informe del Tribunal de Cuentas, con datos hasta 2024, afeó al museo la adquisición de obras y los proyectos de gran visibilidad por encima de otras prioridades, algo que rechaza la presidenta del Louvre, Laurence des Cars, al alegar que la ampliación de las colecciones nacionales es también una misión primordial para la entidad.

Debido a problemas estructurales, el pasado 17 de noviembre se anunció el cierre de una galería con antigüedades griegas y de varias oficinas, debido a la fragilidad de las vigas del edificio.

En cuanto a la mejora de la seguridad, el Louvre anunció este mes un paquete de medidas urgentes que incluyen la instalación de un centenar de cámaras perimetrales y la instalación de un puesto avanzado y móvil de la policía en el interior del museo.