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Naciones Unidas lanzó este miércoles un plan de acción para la recuperación del este de Cuba tras el paso del potente huracán Melissa que busca recaudar 74,2 millones de dólares (64,5 millones de euros).

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La Oficina del Coordinador Residente de la ONU en Cuba difundió este plan para atender a 1 millón de personas que llama a una acción urgente para la protección de grupos vulnerables y la recuperación de servicios esenciales.

“Resulta crítico apoyar los esfuerzos de respuesta y recuperación que el país mantiene en marcha”, afirma el informe, publicado una semana después de que Melissa cruzase el extremo oriental de Cuba como un huracán de categoría 3 (de 5) en la escala Saffir-Simpson.

El documento destaca que “la magnitud de los daños es profunda” y llama a “apoyar a las autoridades en la protección de los grupos en situación más vulnerable y en la recuperación de los servicios esenciales, muchos de los cuales permanecen interrumpidos o en condiciones críticas”.

Según las estimaciones preliminares de la ONU, cerca de 2,2 millones de personas en las provincias de Granma, Santiago de Cuba, Holguín y Guantánamo “han sido severamente impactadas con afectaciones críticas en vivienda, servicios básicos, comunicaciones, medios de vida y amenaza a la seguridad alimentaria”.

Naciones Unidas recuerda además que “Cuba se encuentra excluida de las principales instituciones financieras internacionales y con acceso extremadamente restringido a fuentes para financiar tanto la respuesta ante desastres como la recuperación económica y social de las comunidades impactadas”.

Viviendas, infraestructuras y cultivos

El informe habla, con base a datos provisionales, de daños de diversa magnitud en unas 60.000 viviendas, “muchas de ellas con techos completamente perdidos o anegadas por las lluvias”, y estima que esta cifra seguirá aumentando “significativamente” conforme se acceda a zonas aún incomunicadas.

“En varias localidades en Holguín y Granma, cientos de casas permanecen bajo el agua”, apunta.

Además, se han registrado daños en 461 centros médicos, entre ellos el hospital Juan Bruno Zayas, el “principal centro de atención secundaria en Santiago de Cuba”, la segunda ciudad por población de cuba, que “reporta daños que comprometen servicios esenciales como la atención a embarazadas y pacientes en diálisis”.

Por su parte, 1.552 escuelas, el 57 % de los centros educativos de la región, han sufrido daños. Esto afecta a “al menos a 32.360 niños de 0-6 años; 74.435 de 6-18 años, 51.732 mujeres y 8.543 en situación de discapacidad y 90.524 docentes”.

Actualmente, agrega el informe, unos 670.000 estudiantes están sin clases por los daños materiales en los centros o porque sus instalaciones funcionan temporalmente como centros de evacuación.

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En este sentido, el Ministerio de Educación de Cuba reconoció recientemente que la vuelta a las aulas en las regiones afectadas por Melissa será “asimétrica”, en función de las posibilidades.

En el ámbito agrícola, se reportan “pérdidas masivas” en cultivos de plátano, maíz, yuca, café, viandas y hortalizas, con más de 78.700 hectáreas afectadas total o parcialmente.

Asimismo, el documento recoge “afectaciones en las capacidades de almacenamiento, cocción y conservación de alimentos en hogares e instituciones, incluidas las que apoyan redes de protección social” y destaca que “estas pérdidas no solo afectan el abastecimiento de alimentos, sino también el sustento económico de comunidades rurales que dependen del trabajo agrícola”.

Servicios básicos

Además, según este reporte, el 75% de la telefonía móvil y hasta el 90% de la radio bases (antenas de telecomunicaciones) en las provincias orientales se encuentra fuera de servicio y las redes de fibra óptica han sufrido roturas.

El Sistema Eléctrico Nacional (SEN) también ha quedado “comprometido” por Melissa, con múltiples problemas en las redes de distribución por las roturas de cables y postes, lo que se agrega a la crisis energética que ya sufría el país, especialmente su tercio oriental.

El acceso a agua también se ha visto comprometido en la región azotada por el huracán, explica Naciones Unidas. El bombeo de agua se ha visto comprometido y se han perdido tanques y sistemas de recolección y distribución de agua en viviendas e instituciones, lo que afecta a la sobrevivencia y la salud.

En materia de transporte, los trenes de pasajeros continúan cancelados en el tercio oriental del país y se siguen evaluando daños en los aeropuertos, aunque el de Santiago de Cuba reabrió al menos parcialmente.

Melissa azotó cinco provincias orientales de Cuba con vientos de hasta 200 kilómetros por hora y precipitaciones que alcanzaron los 400 milímetros (o litros por metro cuadrado) en algunas regiones.

Hasta la fecha el Gobierno cubano no ha informado de víctimas mortales, a diferencia de lo sucedido en otros países afectados por Melissa como Jamaica, Haití y Bahamas. Según los últimos datos oficiales, unas 120.000 personas permanecían evacuadas en la isla.

Varios gobiernos y agencias internacionales han anunciado donaciones y programas de ayuda para atender la emergencia en Cuba, que ya se encontraba en una situación crítica por la confluencia de múltiples crisis, de la económica a la energética, pasando por la sanitaria y la alimentaria.