Los gobernantes de los diez países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), reunidos este miércoles por videoconferencia, hicieron un llamado a la unión latinoamericana y caribeña ante las que señalaron como “amenazas” de Estados Unidos, nación a la que acusaron de llevar a cabo un “despliegue militar” en “aguas del Caribe”.
Leer más: Teófilo Gutiérrez es denunciado ante la Fiscalía por un prestamista
Durante las casi dos horas y media de la “cumbre del ALBA más corta de la historia”, como la llamó el presidente venezolano, Nicolás Maduro, los jefes de Estado y de Gobierno del bloque insistieron en la unión regional ante la “clara intención” que, aseguraron, tiene EE. UU. de “imponer políticas ilegales, injerencistas y contrarias al orden constitucional de los Estados de América Latina y el Caribe”.
Maduro, quien encabezó el encuentro desde Caracas, aseguró que “es tiempo de la unión” entre los pueblos de la región para consolidarla como un “territorio de paz”, en vista, dijo, de “la política que el Gobierno imperialista” de EE.UU. “pretende implementar ahora” con América Latina y el Caribe.
Asimismo, el chavista hizo un llamado a la “unión de todos los pueblos rebeldes, de todos los movimientos sociales” de América Latina, el Caribe, de EE.UU., de África y “más allá”, en defensa del “derecho del pueblo venezolano a la soberanía, a la paz, a la autodeterminación y a su futuro”.
Ver también: Un año sin saber del paradero de la menor Ana Valeria Alfaro, desaparecida en el suroriente de Barranquilla
La ALBA, integrada también por Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Granada y Santa Lucía, fue convocada un día después de que la Casa Blanca asegurara que EE.UU. está preparado para “usar todo su poder” para frenar el “flujo de drogas hacia su país”.
El martes, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, preguntada previamente sobre el despliegue de tres buques con 4.000 soldados en las aguas del Caribe cerca de Venezuela, dijo que el presidente estadounidense, Donald Trump, “está preparado” para frenar el narcotráfico y “llevar los responsables ante la Justicia”.
Trabajar “juntos”
Durante su intervención en la XIII Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la ALBA, el copresidente de Nicaragua Daniel Ortega criticó que “América Latina entera no haya reaccionado de manera unánime y fuerte ante la amenaza (...) de Washington”, que duplicó a 50 millones de dólares una recompensa por información que conduzca al arresto del chavista.
“No ha habido una respuesta contundente de la comunidad de Estados latinoamericanos y caribeños, no la ha habido, y eso es cobardía, eso es sumisión, eso es rendición”, dijo.
Le sugerimos: Funcionarios, abogados y particulares, capturados por millonario fraude con títulos judiciales en Atlántico
Por tanto, subrayó la necesidad de “unir fuerzas” y de que “salga la dignidad de los gobernantes latinoamericanos para defender la soberanía de sus propios pueblos”.
El primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, también abogó por “trabajar juntos” en medio de una “desafortunada intensificación de las actividades contra Venezuela y Cuba de parte de algunas fuerzas políticas en Norteamérica”.
El jefe de Gobierno sanvicentino defendió que estos dos países “tengan la libertad de escoger sus propios caminos de desarrollo”.
Por su parte, el presidente boliviano, Luis Arce, sostuvo que los pueblos latinoamericanos deben prepararse para “resistir y vencer” al “fascismo” que acecha a la región, mientras que el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, denunció como “una nueva demostración de fuerza imperial” la supuesta presencia militar de EE.UU. en el sur del mar Caribe.
Le recomendamos: La ponencia de la magistrada Marjorie Zúñiga que protege los derechos laborales de las personas con discapacidad
Al final de la cumbre, la ALBA emitió un comunicado en el que los gobernantes advirtieron que “el despliegue militar estadounidense en aguas del Caribe, disfrazado de operaciones antidrogas, representa una amenaza a la paz y a la estabilidad de la región y constituye una violación flagrante del derecho internacional”.