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El cardenal y arzobispo francés Philippe Barbarin, una de las principales figuras de la Iglesia católica francesa, anunció que presentará su dimisión al papa, tras ser condenado este jueves a seis meses de cárcel con suspensión de pena por no haber denunciado a un cura pederasta.

'He decidido ir a ver al Santo Padre para presentarle mi dimisión. Me recibirá dentro de unos días', indicó ante la prensa el arzobispo de Lyon (este) tras haber 'tomado nota de la decisión del tribunal', a la que va a apelar.

El tribunal correccional de Lyon (este) lo declaró culpable de no haber denunciado los abusos cometidos por un cura de su diócesis, Bernard Preynat, contra niños boy scouts, entre 1980 y 1991, pese a que una de las víctimas le contó lo sucedido en 2014.

Arzobispo de Lyon desde 2002 y cardenal desde 2003, Philippe Barbarin, de 68 años, es la más alta autoridad de la Iglesia católica condenada en Francia en relación con casos de abusos a menores.

Otras dos figuras de alto rango de la Iglesia católica en Francia han sido condenadas por haber encubierto casos de pederastia: el obispo de Bayeux-Lisieux, Pierre Rican, en 2001, y el exobispo de Orléans, André Fort, el año pasado.

En su veredicto, la corte reprochó al prelado de haber 'decidido en conciencia' no decir nada a la las autoridades judiciales 'para preservar la institución a la que pertenece'. Barbarin no estuvo presente en el tribunal para escuchar su sentencia.

Sus abogados anunciaron inmediatamente que apelarán la sentencia. 'La motivación del tribunal no me convence. Por lo tanto, vamos a apelar esta decisión a través de todas las vías de derecho existentes', dijo Jean-Félix Luciani.

Sus cinco coacusados exmiembros de su diócesis, fueron declarados inocentes, ya sea porque los presuntos delitos prescribieron o porque no pudieron ser comprobados.

Demanda civil contra Pell

El cardenal australiano George Pell, condenado en Melbourne por pederastia, es objeto de una demanda civil por unos presuntos abusos sexuales que habrían tenido lugar en la década de 1970.

El prelado, de 77 años, fue hallado culpable en diciembre de cinco cargos de abusos sexuales contra dos monaguillos de 12 y 13 años en 1996 y 1997 en la sacristía de la catedral de Melbourne, en la que era arzobispo. Su pena se conocerá la próxima semana. El cardenal, el más alto representante de la Iglesia católica que fue declarado culpable de pederastia, sigue defendiendo su inocencia. Se enfrenta a una pena de hasta 50 años de cárcel. La justicia decidirá en junio si habrá juicio en apelación.

La Corte Suprema del estado de Victoria anunció ayer que el demandante no puede ser identificado por motivos legales.