El exbanquero Mario Conde, símbolo del enriquecimiento rápido e ilícito en la España de los ochenta del siglo pasado y que acabó en la cárcel, fue detenido ayer junto a sus hijos, acusado de blanquear más de trece millones de euros (14,8 millones de dólares al cambio actual).
La detención se produjo en operación coordinada por la Audiencia Nacional y la Fiscalía Anticorrupción, que investigan un entramado de sociedades creadas en el extranjero y en España, a través de las cuales se repatriaba el dinero desaparecido de Banesto, banco que presidió Conde desde 1987 a 1993.
Fuentes judiciales calculan que repatrió más de trece millones de euros en los últimos diecisiete años.
Las sociedades en España estaban a nombre de terceras personas y el dinero se traía a través de préstamos, ampliaciones de capital e ingresos en efectivo desde Suiza y Reino Unido.
Las fuentes detallaron que en la operación fueron detenidas otras siete personas, entre ellas su hijo Mario, su hija Alejandra, y el esposo de ésta.
Mario Conde, de 67 años, fue condenado a 20 años de cárcel por los delitos de apropiación indebida, estafa y falsedad dentro del denominado 'caso Banesto', que juzgó su gestión y la de su equipo al frente de la entidad, aunque solo cumplió una mínima parte de la pena.