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Los sabores obtenidos a partir de ingredientes y técnicas especiales son una realidad que despierta la expectativa de cada sentido cuando se llega a Pizzerna. El deleite puede comenzar contemplando a quien amasa sin emplear rodillo, a la luz de los comensales y junto a un horno traído de Italia, que alcanza 330 grados centígrados y el cual permite que la pizza sea una comida rápida, sin dejar en el olvido su naturaleza artesanal.

También los aromas avivan el entusiasmo y al final el paladar cumple con otro ciclo de la experiencia, sintiendo el eclecticismo generado por una pizza que entre colores y sabores es una hibridación de las maneras de Roma y Nueva York. Así, lo mejor de cada extremo de un mar se une para deleitar en Barranquilla.

El nivel de sal, junto a la sinergia lograda con las salsas y los elementos proteínicos de la pizza marcan la influencia de América, mientras en la textura de la masa, que termina siendo crocante y permite tomar los triángulos sin miedo a que se doblen o se desarmen son el componente itálico.

'Encontramos que Barranquilla no contaba con un lugar orientado realmente a ser pizzería. Aunque nuestra carta cuenta con algunas opciones distintas, estamos enfocados en ser pizzería desde el sentido más natural de la palabra, con muchas variedades e invitando a compartir con mucha calidez', asegura Bernardo Mancini, quien ideó Pizzerna.

El ambiente

Un espacio lleno de colores que no generan ansiedad, y por el contrario invitan a compartir con pareja, familia o amigos, enmarcan a Pizzerna en cada rincón. Los tonos pastel en las paredes, amplios asientos, junto a una cómoda terraza y una música que puede generar tantas sensaciones como los sabores, son algunos de los rasgos diferenciales.

En el punto de la calle 84 con carrera 58 (esquina) un mural hecho por la artista Isabela Garman es otro de los grandes sucesos. 'Recrea el cuento de Alicia en el país de las maravillas teniendo a la pizza y sus elementos como parte de la narración', expone maravillado Mancini.

El deleite del paladar puede comenzar con detalles tan sencillos como la manera en la que son servidas las bebidas, en envases especiales para mantener temperaturas ideales.

Y cuando llega el turno de la pizza como plato fuerte, siempre se destacará la relación entre las proteínas encontradas y la calidad de la preparación. Un ejemplo claro es que una porción de 28 centímetros se encuentran 30 unidades de pepperoni. La satisfacción por costo y beneficio acompaña la vivencia.

El origen del sabor

La masa es el secreto de Pizzerna, aunque se encuentra a la vista de todos. El proceso marca la diferencia porque la mezcla es conservada en porciones redondas y se deja fermentar durante un máximo de cuatro días a menos 3 grados centígrados.

'Cuando una porción de masa pasa cuatro días en enfriamiento va entonces a formar parte de lo que llamamos masa madre, que es una técnica ancestral en pizzería y panadería. Quiere decir que se une en con masas de tiempo anterior y con la fermentación que permiten los ingredientes se alcanza un sabor único, de la casa', explicó Élkin Rodríguez, uno de los seis pizzeros del establecimiento.

Es así como las pizzas de jamón y queso, carnes, pepperoni, hasta la Del Huerto y Pesto Bufalina, creadas en la entraña de Pizzerna, han comenzado a escribir su deliciosa historia en Barranquilla.

Otras novedades

Además de la variedad de entradas y postres, Pizzerna ofrece opciones para quienes tienen sinergia con las pastas y los frutos del mar, dejando espacio además para experimentar el maridaje que ofrecen los vinos y otros licores.

Sin duda, una opción que marca un antes y un después para cualquier visitante son los llamados Vulcanos, en los cuales la masa de la pizza es moldeada para llevar en su interior camarones en salsa rosé, crema de champiñones con queso mozzarella o espinacas cremosas.

Todos los días

Pizzerna cuenta con dos sedes. Tanto en la calle 84 con 58 como en Villa Campestre funciona de lunes a domingo desde las 3 de la tarde hasta las 11 de la noche.