Lina Tejeiro a sus 33 años se ha consolidado como una de las actrices más reconocidas de Colombia.
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Con una carrera que comenzó a muy temprana edad, recientemente compartió detalles poco conocidos sobre sus inicios en la televisión nacional.
Durante una entrevista en el pódcast Sin Filtro de la revista Semana, Lina relató cómo comenzó en el mundo de la actuación. Según contó, cuando tenía 12 años se encontraba de vacaciones en La Dorada, Caldas, cuando su madre recibió una llamada de la producción de la serie Padres e Hijos.
Aunque inicialmente no quiso asistir al casting, su madre envió un video de capítulos anteriores donde ya había actuado. Gracias a ese material, fue seleccionada directamente para interpretar el papel de Sami, sin necesidad de hacer una audición presencial.
Esto ganaba Lina Tejeiro en Padres e hijos
Lina sorprendió a muchos al revelar cuánto ganaba siendo apenas una niña. Según explicó, le pagaban entre 200.000 y 300.000 pesos por capítulo, y grababa entre 15 y 20 capítulos al mes. Esto se traducía en ingresos mensuales que oscilaban entre tres y cuatro millones de pesos, una cifra considerable para principios de los años 2000 y para una menor de edad.
Cabe destacar que estos ingresos eran administrados por su madre, quien también gestionaba su carrera en ese momento. Sin embargo, el trabajo constante afectó su vida escolar.
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La actriz relató que llegó un momento en el que perdió el año escolar debido a sus constantes ausencias. Ante esa situación, su madre le dio a elegir entre seguir estudiando o continuar trabajando. Lina, ya consciente del valor del dinero, optó por la actuación.
“Ya conocía el valor de la plata, así que escogí trabajar”, afirmó. En ese entonces, no existían regulaciones claras sobre el trabajo infantil en la televisión, por lo que Lina grababa de lunes a sábado sin mayores restricciones legales.
Tiempo después, entre los 16 y 18 años, Lina retomó sus estudios y finalizó el bachillerato a distancia. Si bien reconoce que no aprendió mucho en esa modalidad, lo hizo con la intención de cumplir con la exigencia social y obtener su título.
“No aprendí nada, pero tenía que cumplirle a la sociedad. Igual, hay que estudiar”, dijo.
